Tema de la semana

Los Arroyos: los vecinos denuncian el abandono histórico de esta zona

Jorge Badiola crea un partido independiente, mientras que el PP considera que el ejecutivo no hace nada por este núcleo
ENRIQUE PEÑAS | Miércoles 22 de octubre de 2014
“El mismo abandono de toda la vida”. El diagnóstico de Jorge Badiola, concejal no adscrito, antes en el PP y que acaba de poner en marcha el Partido Independiente Montearroyo, no es precisamente alentador. Deficiencias en el asfaltado de las calles, mala señalización, inseguridad, ausencia casi total de transporte público con el casco urbano de El Escorial, falta de servicios, vertidos... Los problemas, en definitiva, son los que desde hace años denuncian los vecinos, aunque ahora parece que la paciencia de muchos de ellos se ha colmado. “Llevamos dos años y medio de parón en los que el equipo de Gobierno aquí no ha venido a nada”, indica Badiola, que a los problemas en Los Arroyos une los de Las Suertes, San Ignacio, Santa Teresa y Montencinar, que vive, dice, una situación “única en la Comunidad de Madrid, con 500 fosas sépticas”, además de que tampoco se ha hecho nada respecto al poblado okupa de Navalquejigo.

Una de las situaciones que más preocupa a los residentes en esta zona es la de la inseguridad. Hace unos meses, los vecinos ya denunciaron el aumento de delitos, y esta misma semana el centro comercial ha sufrido dos robos, a lo que hay que añadir la quema de varios contenedores durante el fin de semana y el incremento de los actos vandálicos. Un suma y sigue que han hecho que la tradicional tranquilidad de este barrio se haya transformado en inquietud. En este sentido, tanto Badiola como los ediles del PP coinciden en que la única solución pasa por la creación de una oficina de la Policía Local y una patrulla permanente. César Sanz, portavoz de los populares, recuerda que ése era uno de los compromisos con los que su grupo se presentaba a las pasadas elecciones, mientras que Roberto Domínguez, vecino de Los Arroyos y miembro de la Gestora del PP, indica que la distancia existente entre este núcleo y el centro, unos 15 kilómetros, hace que la actuación de la Policía sea, en la mayor parte de los casos, inútil, puesto que cuando llegan los agentes los delincuentes hace tiempo que han escapado. Sanz lamenta igualmente “el cierre por parte del Foro Progresista de la oficina municipal que abrimos en la pasada legislatura”, con la que, asegura, se facilitaban muchos trámites para los casi 5.000 residentes en este barrio, recepcionado por el anterior Ejecutivo, presidido por Javier de Miguel, ante las críticas de los grupos de la oposición, entonces PSOE e IU, que alertaron sobre las deficiencias de las infraestructuras. “Había que hacerlo en algún momento y se hizo entonces; lo que no podíamos es seguir con la misma historia de siempre, y decidimos hacerlo, con el riesgo que suponía, pero ahora es muy cómodo decir que eso lo hizo mal el Partido Popular”, sentencia César Sanz, quien coincide con su ex compañero Jorge Badiola en que durante los últimos dos años y medio se ha experimentado un retroceso. “Nos sentimos abandonados”, explica Roberto Domínguez, que añade que no se atienden peticiones tan básicas como pueden ser la de la mejora de la señalización.
“El alcantarillado”, prosigue su relato Badiola, “no se ha limpiado en la vida; hace unos días llovió y se produjeron unas inundaciones bestiales, y en general esa es la situación en todo: presentamos una moción para pedir mejoras en el transporte público y no se ha movido nada”. La propuesta de este edil pasa por la creación de una especie de autobús circular que conecte las distintas urbanizaciones de la zona con el polígono industrial P-29 y Galapagar, donde los usuarios podrían conectar luego con las líneas que llegan hasta Madrid; por su parte, Roberto Domínguez, del PP, plantea la puesta en marcha de un servicio de lanzadera entre El Escorial y Villalba para reforzar la frecuencia de trenes con la capital, con parada, por supuesto, en la estación de Las Zorreras.

Y entre tantos problemas pendientes, “una noticia buenísima”, apunta Jorge Badiola: la anunciada construcción del Centro de Salud, en el que la Comunidad de Madrid invertirá algo más de un millón de euros y cuya apertura está prevista para los primeros meses de 2007. “Ahora lo que hace falta es que no sea el único centro de salud que no tenga autobús”, para lo que se ha creado una coordinadora en la que están presentes distintas asociaciones vecinales con el fin de reclamar la puesta en marcha de transporte público.

Tampoco es mucho mejor la situación en Montencinar, a pesar de que hace meses se firmó un acuerdo entre el Ayuntamiento de El Escorial y el Canal de Isabel II para sentar las bases del futuro proyecto de urbanización. Sin embargo, desde el PP indican que el convenio no difiere en lo sustancial del alcanzado a finales de la legislatura pasada, por lo que aseguran que “se han perdido dos años”. Por su parte, Badiola incide en los problemas medioambientales derivados de la falta de alcantarillado, ya que las fosas sépticas vierten al río Guadarrama y el pantano de Valmayor. “Nos vemos tan abandonados, que al final los vecinos se hartan y ponen dinero, tiempo e ilusión para organizarse y defender nuestros intereses, ya sea gente de izquierdas o de derechas. El partido no es más que una respuesta, una autodefensa para intentar tener un poquito de calidad de vida, limpieza, seguridad, asfaltado...”.
“La gente paga sus impuestos y no recibe servicios”, indica Roberto Domínguez, representante del PP, que constata que del malestar se ha pasado al “cabreo”, insistiendo en que el abandono histórico de la zona durante décadas se ha acentuado estos dos años y medio de gobierno del Foro Progresista, empezando por el cierre de la oficina municipal que se abrió en el último tramo de la pasada legislatura, tal como indica el portavoz de los populares y anterior responsable de seguridad, mientras que Domínguez afirma que la población de Los Arroyos demanda un “centro polivalente” en el que estuvieran ubicados distintos servicios. Finalmente, otra de las peticiones tanto de los vecinos como de estos grupos políticos pasa por la creación de un colegio electoral en la zona al que pudieran acudir los más de 4.000 vecinos con derecho a voto, para lo que proponen como espacio el colegio concertado Gredos - San Diego o los salones parroquiales. Desde El Faro hemos intentado también conocer la postura del Equipo de Gobierno, sin que al cierre de esta edición haya sido posible.