Primarias - Sabugo abandona - Las pataletas de Martín

Todo parece indicar que en Ferraz no están por la labor de convocar elecciones primarias para dilucidar por este sistema a la mayoría de los candidatos a las alcaldías de algunos municipios de la Comunidad de Madrid, sobre todo en aquellos que cuentan con más de 50.000 habitantes, capital incluida, donde a tenor de los recientes acontecimientos muchos de los cabezas de lista del PSOE van a ser designados y no elegidos.

La excepción se producirá en las localidades donde los socialistas han gobernado en los últimos años con amplias mayorías, de ahí que sus dirigentes hayan optado por superar este trámite poniendo en conocimiento de la militancia que hasta el día 17 de septiembre estaba abierto el plazo para aquellos que quisieran enfrentarse al candidato oficial, algo bastante difícil si tenemos en cuenta que para ello debían conseguir el 40 por ciento del respaldo de los miembros de su agrupación. Así ha ocurrido en Collado Villalba, donde el pasado martes el actual alcalde, José Pablo González, quedó proclamado por tercera vez consecutiva como candidato a la Alcaldía, y así ha sucedido en otras localidades madrileñas como Fuenlabrada, Parla y Alcorcón, donde el liderazgo de los actuales regidores no admite discusión.

Sorprende, sin embargo, la actitud mostrada al respecto por los responsables de Ferraz y, sobre todo de su secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero que, como bien recordarán nuestros lectores, consiguió vía primarias su condición de candidato a la presidencia del Gobierno tras imponerse por un puñado de votos al ex ministro José Bono. Por eso no se entiende que ahora quiera designar a dedo al candidato a la Alcaldía de Madrid, algo que ya ha generado fuertes críticas en el seno de la familia socialista y, sobre todo, entre los simpatizantes de la corriente acostista, tras comprobar que en Leganés el aparato oficialista del PSOE-PSM ha renunciado también a convocar elecciones primarias tras tener conocimiento de que un miembro de este sector quería disputar la candidatura a la Alcaldía al que supuestamente respalda Rafael Simancas con el visto bueno de José Blanco. Si se confirma que el sustituto de Trinidad Jiménez y futuro contrincante de Ruiz Gallardón a la Alcaldía de Madrid no va a tener que superar la difícil prueba de unas elecciones primarias, la crisis en la Federación Socialista Madrileña estará servida. ¿Dónde está el talante, Sr. Zapatero?.

SABUGO ABANDONA EL EJECUTIVO DE VALDEMORILLO.- La decisión tomada por el edil Jesús Sabugo de abandonar a sus compañeros del Equipo de Gobierno de Valdemorillo se puede calificar como la crónica de una muerte anunciada. El hasta hace unos días responsable del área de Urbanismo en este Ayuntamiento se había granjeado la enemistad no sólo de la alcaldesa, Pilar López Partida, sino del resto de los integrantes del Ejecutivo, sobre todo desde el momento en que salió a la palestra para denunciar que no estaba dispuesto a respaldar los acuerdos tomados por el Consistorio en el tema de los polémicos convenios urbanísticos, donde según la oposición (PSOE y PIVALDE) los únicos beneficiados de los acuerdos son dos conocidas empresas constructoras. Curiosamente, Sabugo fue el artífice de la moción de censura que permitió destituir al anterior alcalde, el socialista Luis García, con el que también había compartido tareas de gobierno, tras apoyar la candidatura de la actual regidora, López Partida, decisión que desembocó en una serie de críticas y amenazas contra su persona.

Jesús Sabugo, en su despedida, ha dejado claro que no estaba de acuerdo con la gestión urbanística de la alcaldesa, de ahí que lo denunciara en Madrid, concretamente al ahora discutido director general de Urbanismo, Enrique Porto, quien le contestó que esos temas no eran de su incumbencia. ¿Lo serán del Fiscal Anticorrupción? Y la pregunta tiene su por qué: se dice, se comenta, que los citados convenios urbanísticos están ya en manos de la fiscalía por si procede abrir diligencias al respecto. Pronto saldremos de dudas.

LOS DESPLANTES DE JOSE MANUEL MARTÍN.- Y continuando con el revuelto mundo de la política local, donde a medida que nos vamos acercando a la celebración de las próximas elecciones alcaldes y concejales ponen en evidencia ciertas dosis de nerviosismo, provocando en ocasiones escenas verdaderamente curiosas, hoy nos sentimos casi obligados a dedicar unas líneas para comentar los devaneos protagonizados últimamente por el aún edil de Cultura del Ayuntamiento de Galapagar, José Manuel Martín, quien ha optado por desmarcarse de sus compañeros del PP, y así lo ha puesto de manifiesto en las dos últimas sesiones plenarias, donde ha optado por poner tierra por medio. Lo hizo el pasado 31 de julio, cuando a la hora de votar un punto del orden del día relacionado con el PGOU se marchó de la sala sin despedirse de nadie, escena que volvió a repetir hace unos días durante la celebración de un pleno extraordinario en el que se debatía una modificación relacionada con el convenio de la Policía Local. Es decir, que Martín no abandonó -como algunos dijeron- el primer pleno para demostrar que no estaba conforme con la redacción del nuevo planeamiento urbanístico, ni creo que su última decisión tenga nada que ver con el convenio policial. Sus pataletas, según nos ha dicho un compañero de su partido, se deben al hecho de considerarse marginado por el alcalde a la hora de contratar los grupos que debían actuar en el festival Galapajazz. La duda está en saber si la paciencia del alcalde, José Luis González, es tan grande como para seguir aguantando los continuos desplantes de su concejal durante los casi ocho meses que restan de legislatura.