El pasado viernes, sobre las 14.45 horas, los ciudadanos que pasaban por la calle Batalla de Bailén pudieron apreciar el vehículo oficial del alcalde de Collado Villalba, José Pablo González (PSOE), aparcado irregularmente en la acera. Lo que más llamaba la atención de los transeúntes es que el regidor no estaba en ese momento en ningún acto oficial que pudiera justificar este tipo de anómalo estacionamiento, sino que disfrutaba del aperitivo propio de esas horas en una marisquería próxima, situada justo enfrente y que frecuenta habitualmente. Este hecho no hubiese levantado las suspicacias de los vecinos si no fuera porque a escasos 20 metros se encuentra el acceso al aparcamiento de la biblioteca municipal Miguel Hernández, que forma parte del conjunto túnel-parking que une las vías Honorio Lozano y Batalla de Bailén. Como recordarán, esta obra tuvo un coste de 40 millones de euros y no ha dejado de ser objeto de polémica por su alto precio, así como por supuestas irregularidades en su adjudicación a la UTE Cover-Ortiz, la primera de ellas propiedad de un amigo del alcalde, irregularidades que el PP ya ha anunciado que denunciará en los tribunales.
Los partidos de la oposición (PP, IU y ADEI) siempre han criticado este proyecto, aludiendo al enorme coste financiero que suponía para las arcas municipales y a la inutilidad del mismo, dada la escasa ocupación (no supera el 10 por ciento de su capacidad máxima), que presenta desde que se inauguró hace tres años. El alcalde, por su parte, se empeñó en sacar adelante esta concesión y siempre ha defendido que a pesar de que prácticamente nadie lo use actualmente, se trata de una obra de futuro. Aún así, parece que las tesis de la oposición son las que van tomando ventaja y puede que hayan convencido al propio González, dado que ni siquiera él hace intento de usar las plazas de dicho parking o bien la zona azul cercana a la mencionada cervecería. Y todo esto, nos comentaba un vecino, “se produce cuando todos sabemos que el coche oficial está exento de pagar el estacionamiento tanto en la zona ORA como en el aparcamiento subterráneo”. Otro aspecto que a este vecino le parecía sorprendente era que “una patrulla de la Policía Local pasara por esta avenida estando el vehículo del alcalde ocupando parte de la acera y no hiciera nada por revertir esta irregularidad. Cabe recordar que los agentes municipales, desde la inauguración del parking, fueron instruidos por el responsable de Seguridad Ciudadana, Juan Concepción, para vigilar metódicamente que nadie estacionase irregularmente y a la vez incentivar el uso del mismo, lo que ha provocado la imposición de numerosas sanciones a vecinos que acudían a comercios o entidades bancarias de la zona”.
Esta fastuosa obra lleva envuelta en una polémica constante desde que se anunció hasta hoy en día por distintos hechos. Inicialmente, por su alto presupuesto, que ascendía a 20 millones; posteriormente por su adjudicación a una UTE en la que figuraba una constructora propiedad de un amigo del alcalde, a pesar de presentar el presupuesto más caro, a lo que siguió un aumento de los costes, que ascendería finalmente a más de 40 millones de euros, y a una duración del doble de lo prometido. Actualmente, la polémica sigue debido a las fotos que El Faro del Guadarrama, entre otros medios, ha publicado y en las que se ha podido ver al alcalde, al propietario de Cover, José Carlos Gómez, y al consejero de la concesionaria del túnel-parking, Evaristo Núñez, disfrutando de la Nochevieja del año en que se adjudicó la obra en un lujoso hotel de Andorra. Para justificar estas vacaciones, José Pablo González ha presentado una factura de dicho hotel por un importe que no alcanza ni siquiera el 50 por ciento del coste al que deberían haber ascendido las vacaciones según las tarifas oficiales, ya que mientras la factura mostrada por el regidor rondaba los 1.700 euros, los precios para tres personas adultas ascendería como mínimo a 4.000. Parece que esta obra no ha dejado contento a nadie, ya que incluso la Concesionaria, actualmente gestionada por Ortiz Construcciones después de comprarle a Cover el 50 por ciento de las acciones, ha presentado el pasado mes un recurso contra los presupuestos municipales por no recoger estos una partida para afrontar la deuda que el Ejecutivo socialista todavía mantiene con esta empresa por un importe de más de 11 millones de euros.
El vecino antes mencionado nos comentaba irónicamente que “puede que el alcalde no se atreva a aparcar el coche en el parking, no vaya a ser que se lo inmovilicen hasta que no les pague lo que actualmente le adeuda la tesorería municipal”. En todo caso, no parece que esta actitud sea la más ejemplarizante de un regidor que con esta obra ha endeudado al Ayuntamiento hasta convertirlo en uno de los 10 de la Comunidad de Madrid que no podrá pedir más créditos bancarios este año.
Otra ‘alcaldada’
Pese a que todos sabemos que una imagen vale más que mil palabras (la fotodenuncia ahí queda), no podemos permitirnos el lujo de obviar esta alcaldada protagonizada por José Pablo González al permitir, el pasado viernes, que su ‘chófer-guardaespaldas’ dejase aparcado, a la hora del aperitivo, el coche oficial sobre una de las aceras graníticas de su obra faraónica con la intención, suponemos, de demostrar a los villalbinos quién es el amo de este cortijo. Y es que estamos hablando de un político endiosado y prepotente que, después de 12 años al frente del Ayuntamiento, disfruta pasando como un rayo entre sus subordinados hasta obligarles a apartarse para no ser atropellados por quien durante mucho tiempo presumió de ser el ‘hijo de un humilde churrero’ y ahora es incapaz de dar los buenos días a sus representados. Es más, en la mayoría de las ocasiones y cuando no tiene más remedio, les saluda despidiéndose. Señor alcalde: ¿Con qué fuerza moral va a poder ahora exigir a sus súbditos que paguen las multas que les imponga la Policía Local por el estacionamiento indebido de sus vehículos?