Cartas al Director

• Fumar, persecución, marginación y crisis

SANTIAGO RUIZ Collado Villalba

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
“Las autoridades sanitarias advierten que fumar perjudica gravemente la salud”. Este es uno de los consejos que nos dan cuando vamos a comprar una cajetilla de tabaco. Y es que las autoridades sanitarias y las políticas se preocupan cada vez más de nuestra salud y las prohibiciones para no encender el cigarro se amplían y expanden como una mancha de aceite.

Ya no fumamos en las cafeterías, ni en los restaurantes, ni en las cercanías de los hospitales y colegios. En tu domicilio la familia te obliga a fumar en el cuarto de baño o en la terraza, envalentonados con la nueva ley que trata a los fumadores como ciudadanos sin derechos y sin clemencia alguna. Pero los fumadores no arrojamos la toalla, le sacamos la lengua a los intransigentes, como lo haría Carrillo o Rajoy con sus puros; además, con esto de la crisis y el paro cada día se ven más fumadores en la calle y debe ser cosa de nervios porque fumar está mal, pero no tener que comer es todavía peor.