Editorial

Crisis en el PP de Guadarrama a tres meses de las elecciones

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La tranquilidad en el Partido Popular de Guadarrama ha saltado por los aires esta semana, después de haber mantenido una tensa calma a lo largo de los últimos meses. Por paradójico que parezca, y a pesar del silencio reinante, las diferencias entre la alcaldesa, Carmen María Pérez del Molino, y el ex regidor y presidente del PP local, José Ignacio Fernández Rubio, formaban parte de un secreto a voces que ahora se ha aireado públicamente tras la rueda de prensa ofrecida ayer por la veterana edil, vetada como candidata en favor del concejal de Urbanismo y hombre de confianza de Fernández Rubio, Miguel Rodríguez Bonilla, quien hace dos años y medio renunció al cargo por motivos profesionales. La todavía alcaldesa comenzó a dar ayer su versión de la historia (promete segunda parte, con todo lujo de detalles en un próximo acto en La Torre), mientras que las explicaciones procedentes de la parte contraria aún están pendientes, dentro de un culebrón que a buen seguro deparará numerosos titulares en las próximas semanas.

De momento, y con los datos que hay sobre la mesa, sólo hay algo que se puede afirmar con certeza: las cosas se deberían haber hecho bastante mejor, evitando un escándalo que únicamente puede beneficiar a la oposición, máxime si se acaba haciendo realidad el rumor que apunta a la posible creación de una candidatura independiente encabezada por Pérez del Molino, respaldada en su comparecencia por varios concejales de su Equipo de Gobierno. Es cierto que la holgada mayoría absoluta con que cuenta el PP actualmente no parece peligrar a priori, aunque todo dependerá en buena medida de cómo se maneje esta crisis en las próximas semanas. En todo caso, es evidente que reconducir la situación, tal y como están las cosas, se antoja más que complicado, requiriendo un ejercicio de pedagogía política del que deberán salir unas cuantas explicaciones.