Se ha hecho esperar, pero la ampliación del área de Urgencias del hospital comarcal El Escorial, en San Lorenzo, ya es una realidad. Fue el lunes cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, acompañada por el consejero de Sanidad, Javier Fernández Lasquetty, y el gerente del centro, Javier Elviro, además de por numerosos alcaldes y concejales de la zona, inauguró las nuevas instalaciones, que han triplicado su espacio, pasando de 350 a 900 metros cuadrados, con ocho camas de observación (ampliables a 14). Esta reforma ha supuesto la construcción de un edificio de 7.700 metros cuadrados anexo y comunicado con todas las plantas del hospital, con una inversión de más de 12 millones de euros. Destaca igualmente la creación de un nuevo bloque quirúrgico, dotado con cinco quirófanos, y una Unidad de Anestesia y Reanimación Posquirúrgica equipada.
“A todo ello se le une el nuevo Servicio de Radiología, que cuenta con una sala de radiología digital y con un TAC de última generación, que es la tecnología más avanzada para la detección de tumores. Y también la renovación realizada en el laboratorio de anatomía patológica”, manifestó la presidenta, recordando que la reforma del hospital es una actuación que se está realizando por fases para que no se interrumpa la actividad asistencial. La tercera y última fase consiste en la ampliación de la Maternidad y la creación de una Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria.
Una nueva dimensión
El primero intervenir en el acto inaugural fue el alcalde de San Lorenzo, José Luis Fernández Quejo (PP), quien comenzó resaltando la última inversión en la dotación de material quirúrgico. “Da gusto ver cómo ha quedado”, indicó el regidor, quien hizo un breve repaso por la cronología de esta demandada actuación. Recordó así cómo el anuncio de la futuro construcción del hospital de Collado Villalba provocó el “insistente rumor” de que este centro se quedaría “únicamente para enfermos crónicos”, lo que derivó en que fueran numerosos los trabajadores que se plantearon pedir el traslado ante el “poco futuro” de las instalaciones sanlorentinas. Sin embargo, pasado el tiempo, la realidad, dijo el alcalde, es que este “emblemático hospital cobra una nueva dimensión”.
Por su parte, Esperanza Aguirre comenzó diciendo que esta inauguración suponía para ella “una satisfacción muy especial, a título personal por la vinculación que me une con esta zona, y de manera general como representante de todos los madrileños”. Recordó la presidenta que este centro “atiende a unos 93.000 vecinos de 15 municipios”, añadiendo que todas las infraestructuras y medios materiales “no serían nada sin el personal que tenemos en la sanidad madrileña”. No faltaron, eso sí, las protestas de un grupo de unos 20 miembros del Comité de Empresa, que recibieron a la presidenta con una pancarta en la que se podía leer Menos inauguración y más contratación.
Sudores y cortinas
Raro es el acto en el que Esperanza Aguirre no hace sus observaciones a la ejecución del proyecto, sin dudar en poner los puntos sobre las íes a la labor del arquitecto en cuestión. “La presidenta opina, y normalmente incluso tiene razón”, dijo el alcalde. Y en su visita a San Lorenzo no hizo una excepción. Primero, el exterior de una de las nuevas estructuras, del que dijo que era “un horror”; luego, la nula necesidad de cortinas en una de las áreas de recuperación; y, sobre todo, el “desastroso sistema de climatización”, a punto de convertir el acto inaugural en una sauna. Eso sí, reconoció la jefa del Ejecutivo regional, las ventanas de la sala de espera de Urgencias se podían abrir, no como en más de un novísimo edificio de diseño. Menos es nada, debió pensar el arquitecto...