Tema de la semana

Otra vuelta de tuerca: dimite el edil de Urbanismo de Valdemorillo

Jesús Sabugo, en el centro, en un pleno de febrero de 2004, cuando aún era concejal de Urbanismo en el Equipo de Gobierno entonces presidido por Luis García (Foto: ARCHIVO)

Acusa a la alcaldesa de traicionar al pueblo, mientras ésta señala que lo que quiere sabugo es prepararse la próxima campaña

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La situación política en Valdemorillo continúa dominada por las convulsiones, rupturas de pactos de gobierno y nuevas alianzas. En esta ocasión ha sido el edil independiente Jesús Sabugo quien ha presentado, a través de un escrito con fecha 14 de septiembre, su renuncia como concejal de Urbanismo y primer teniente de alcalde, pasando a engrosar las filas de la oposición, si bien desde hace medio año sus diferencias con la alcaldesa, Pilar López Partida, eran más que notables, absteniéndose o votando en contra de la mayor parte de los proyectos presentados por el Ejecutivo, incluyendo varios convenios urbanísticos que, indica Sabugo, han sido la gota que ha colmado el vaso.

Traición
Sabugo ha acusado a Pilar López Partida, y al director general de Urbanismo, Enrique Porto Rey, de haber traicionado los intereses generales del municipio. “La alcaldesa perjudica los intereses de los vecinos al firmar convenios urbanísticos que benefician a un grupo de empresas de reciente creación”.

Uno de estos casos, del que ya hemos informado anteriormente en El Faro del Guadarrama, hace referencia a la operación de la sociedad Catedral de Negocios, constituida en junio de 2005 y que en marzo firmó un convenio que le reportaría plusvalías de unos 3 millones de euros, a cambio de 353.775 euros de canon municipal. Esto pasaría por la modificación de la edificabilidad en suelo urbano, que se multiplicaría por seis (de 0,25 a 1,5), algo a lo que Sabugo se opuso, interponiendo recursos ante la Consejería de Urbanismo. Sin embargo, Porto Rey recomendó a Sabugo que optara por la vía contencioso administrativa. “Porto elude su responsabilidad política. ¿Para qué le nombró entonces Esperanza Aguirre? ¿Para defender los intereses de todos los madrileños o para beneficiar a empresas”. El concejal ahora en la oposición hace referencia a los convenios en las unidades de ejecución 9, 10, 11, 12 y 13, siendo especialmente significativos los dos primeros, en un caso con Valinver 2005 y en otro con Catedral de Negocios, sociedad creada por Afar 4 y Edisan.

Sabugo reconoció que esta situación no es nueva, sino que se viene arrastrando desde hace meses, justificando el hecho de que haya tomado la decisión de abandonar el Equipo de Gobierno en este momento ya que hasta ahora había dos corrientes dentro de Nuevo Valdemorillo: la que abogaba por tratar de recuperar las relaciones con la alcaldesa y la que apostaba por la ruptura, tesis que finalmente se ha impuesto. El edil acusó además a la regidora de actuar con “oscurantismo político”, excluyéndole de las decisiones, hasta el punto de que asegura que no conocía los convenios hasta que se presentaban en pleno. Finalmente, Sabugo ha remitido una carta al secretario general del PP regional, Francisco Granados, comunicándole la ruptura del pacto de gobierno y las causas que han dado lugar a la misma.
“No hay caso”
Ante las declaraciones de su ya ex compañero en el Ejecutivo -de hecho fue su voto el que permitió que triunfase la moción de censura que devolvió la Alcaldía a Pilar López Partida-, la regidora ha señalado que la situación se resume en que “en Valdemorillo no hay caso”. “Otra cosa es que, aprovechando el revuelo que hay en otros municipios de la zona Noroeste, este concejal haya querido acaparar protagonismo y conseguir titulares”. López Partida indica que Sabugo ni siquiera le comunicó la decisión directamente, cosa que sí hizo con los otros grupos políticos y con los funcionarios, aunque en cualquier caso no se mostró sorprendida. “Lleva meses haciendo oposición dentro del Equipo de Gobierno, votando en contra de todo, desde operaciones de tesorería al plan de asfaltado, así que en el fondo es una postura coherente”.

La alcaldesa niega también que los convenios urbanísticos hayan sido el detonante de la ruptura, aunque sí coincidieron en el tiempo con una serie de movimientos entre distintos ediles que finalmente permitieron al PP sacar adelante las citadas operaciones. “Los convenios se aprobaron inicialmente hace seis meses, y él se abstuvo en la mayoría de los casos. Lo que sí hizo luego es mandar escritos a la Comunidad, pero lo lógico es lo que ha pasado, porque ése no es el ámbito en el que pueden dirimir los conflictos que pueda haber con un concejal”.

Estos acuerdos, insistía López Partida, “se negociaron con luz y taquígrafos; afectan a propietarios de suelo de toda la vida, y se ha aplicado el mismo rasero con todo el mundo. Son convenios leoninos para los firmante y muy beneficiosos para el Ayuntamiento”, señaló, recordando que no se trata de recalificaciones, sino de aumentar la edificabilidad en suelo que ya es urbano. “Tengo la conciencia tranquila, porque la razón nos asiste”. Respecto a la queja de Sabugo de que no conocía el contenido los convenios hasta que llegaban al pleno, la alcaldesa manifestó que “todo el que quiere, se entera”. A su juicio, la verdadera razón para la marcha de Sabugo es bien distinta: “Se está preparando la campaña para las próximas elecciones, y no podía hacerlo dentro del Equipo de Gobierno”. Y apuntaba además que quizá hubiera podido recibir “algún tipo de presión” para actuar de este modo.

Como los divorcios
“Ha estado provocando y provocándome para expulsarle, pero no he querido prestarme a crear un falso victimismo y también me he guiado por un principio de gratitud política”. En este sentido, cabe recordar que Sabugo facilitó con su voto el regreso de López Partida a la Alcaldía. “Jesús Sabugo iba en la candidatura del PP en 1999, luego apoyó a un alcalde socialista, rompió el acuerdo y a los dos años ahora vuelve a hacer lo mismo. Esto es como con los divorcios: cuando uno se va dos veces, a lo mejor el problema no está en los demás, sino en uno mismo”.

En todo caso, parece que la dimisión de Sabugo no causará mayores problemas en la gobernabilidad de Valdemorillo, ya que el PP cuenta desde hace meses -precisamente desde que las diferencias con el ya ex responsable de Urbanismo se hicieron notorias- con el apoyo del concejal independiente Miguel Partida, que ha asumido el área de Festejos.

Catálogo de tránsfugas, díscolos, rupturas y reencuentros políticos en la Sierra

Esta legislatura, que ya enfila la recta final, está siendo especialmente pródiga en maniobras políticas que han traído como consecuencia cambios en los equilibrios de poder o crisis internas de mayor o menor calado.
  • El primero en marcharse fue Javier de Miguel, alcalde de El Escorial entre 1995 y 2003, situación que abrió una grave crisis interna que acabó también con la salida de Montserrat González. También Jorge Badiola se desmarcó de las decisiones del PP local, hasta certificar su salida del grupo municipal, pasando a ser concejal no adscrito y finalmente dejando su acta una vez que puso en marcha el partido independiente Montearroyo, con el que pretende concurrir a las próximas elecciones municipales.
  • En Valdemorillo, el pacto entre el PSOE y varios grupos independientes arrebató el poder al PP, en la figura de Pilar López Partida, aunque esta unión aguantó poco más de un año. En septiembre de 2004, el edil Jesús Sabugo permitió con su voto que triunfase la moción de censura. Más tarde, ha sido el ex alcalde socialista Luis García quien se ha arrimado al Equipo de Gobierno, provocando su expulsión del PSOE. En esa misma época, hace seis meses, se produjeron dos movimientos paralelos, aunque en sentido contrario: Sabugo empezaba a alejarse del Ejecutivo y Miguel Partida, ex edil de Juventud en el anterior gobierno progresista, se acercaba al PP, asumiendo la organización de los festejos taurinos. Ahora ya ejerce completamente como concejal de Fiestas. El círculo se cierra de momento con la dimisión de Sabugo.
  • Galapagar tampoco ha permanecido ajeno a esta situación. Primero fue la retirada de competencias a José Manuel Martín, que luego se reintegró al Ejecutivo presidido por José Tomás Román, hasta que éste renunció dando paso a José Luis González, lo que provocó una reestructuración que llevó a un alejamiento de la edil de Sanidad y anterior responsable de Cultura, Amalia Fernández. Sin embargo, en los últimos meses, a raíz de las discrepancias en la organización de Galapajazz, es Martín quien cada vez está más lejos del Equipo de Gobierno. En el pleno celebrado el último día de julio se ausentó en la votación acerca del Plan General de Ordenación Urbana presentado por el PP, y hace unos días, en una sesión extraordinaria en vísperas de las fiestas, volvió a marcharse. También el PSOE ha sufrido discrepancias internas en la figura de Isabel Andrés, expulsada después de hacer públicas sus diferencias de criterios con sus ya ex compañeros y que asegura haber denunciado a los máximos responsables de la Agrupación por este caso.
  • Las cosas tampoco se presentan sencillas para el PP de Alpedrete después de la salida del grupo municipal de Esperanza Vilches, cuyo voto en contra paralizó algunos proyectos del Ejecutivo presidido por Marisol Casado.
  • En Cercedilla, la ruptura se vivió en el pacto entre PSOE e Izquierda Unida después de que el alcalde, Eugenio Romero, retirase las competencias al edil Jesús Ventas. El líder de IU en Madrid llegó a venir a Collado Villalba para anunciar que la coalición no estaba dispuesta a admitir situaciones de este tipo, lo que habían puesto en conocimiento de los máximos dirigentes del PSOE regional.
  • Torrelodones ha sido el último municipio en sumarse a este carrusel que aún promete nuevas subidas y bajadas en los próximos meses. El alcalde, Carlos Galbeño, retiró las competencias a Reyes Tintó y Jesús María Pacios, acusándoles de “indisciplina”, mientras que estos han denunciado supuestas irregularidades urbanísticas, y destapando en definitiva una crisis interna en el seno del PP de esta localidad. Antes, Izquierda Unida también vivió su crisis particular, que se zanjó con la renuncia de Ángel Bernal y Miguel Ángel Mur debido a las discrepancias con la también concejala Esmeralda Gonzalvo, actual portavoz de la coalición.
  • Y para terminar, un caso cuando menos llamativo: Colmenarejo, donde el número de ediles díscolos (tres ex socialistas y otros dos expedientados por el PP) iguala al de los representantes de APIC. En este caso, fueron Eva Romero y Ángel Luis Martínez los que con su voto consiguieron que el Ejecutivo sacase adelante los presupuestos.