El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Pese a que el alcalde de Collado Villalba, José Pablo González, trate de vender una imagen de optimismo y confianza, lo cierto es que el nerviosismo cunde en las filas socialistas cuando apenas quedan tres meses y medio para las elecciones municipales del 22 de mayo. Para demostrarlo, nada mejor que comprobar la reacción del Ejecutivo a la campaña iniciada por el Partido Popular, Necesarios ahora, que incluye la presencia de una caravana informativa recorriendo las calles de la localidad. El Equipo de Gobierno ha llegado a insinuar que los populares incumplen la ordenanza de publicidad, perdiendo el norte por enésima vez y actuando como si se tratase de un cortijo. Es la misma mentalidad que lleva al regidor villalbino a confundir sus intereses particulares con los de la ciudadanía, dentro de un continuado ejercicio de absolutismo que parece empeñado en extender a todo cuanto se ponga a su paso. Lástima que el Equipo de Gobierno, con José Pablo González a la cabeza, no se haya empleado con idéntico celo en el atropello medioambiental de los escombros de Montecover, el sobrecoste de la obra de Honorio Lozano y Batalla de Bailén, la falta de pago a los proveedores, el retraso en la rotonda de la carretera de Moralzarzal o las respuestas que todavía estamos esperando acerca de sus relaciones con los adjudicatarios de algunas de los proyectos ejecutados en Collado Villalba los últimos años. Pero en estos casos, como en tantos otros, domina únicamente el oscurantismo y la falta de transparencia, señas inequívocas de su gestión al frente del Ayuntamiento.