INTERINO
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Mira que le advertí a JP desde mi florida rotonda que tuviera cuidado con sus amistades, que las escogiera cuidadosamente y que no intimase con conocidos empresarios que llevaban merodeando nuestro Ayuntamiento desde hace más de 20 años. Mira que le avisé que el día que el barco empezase a hacer agua las ratas iban a ser las primeras en abandonarlo. Y el fenómeno me miraba por encima del hombro con aire de indulgencia mientras pensaba: ¿Qué sabrá este ‘viejo lobo’ que además está cojo de alta política y de altas finanzas? Pues bien, me hubiese encantado ver la cara que ponía nuestro ilustrísimo este martes mientras veía el magnífico reportaje gráfico que su periódico de cabecera se hizo en la convención del PP en Sevilla el pasado fin de semana. La verdad es que no le reprocho la sorpresa, porque yo mismo, mientras miraba las fotos, pensaba ¿y qué coño hace un ex secretario general del PSOE de Villalba y ex sindicalista liberado haciéndose fotos con todos los peperos? ¿Ha cambiado de ideología y se ha convertido al liberalismo? Esto último no lo creo, porque presume de tener una bandera republicana en casa, aunque eso no se lo habrá contado a Esperanza Aguirre por si a nuestra presidenta le da un arrebato de esos tan suyos y le manda cerrar la puerta pero por fuera. ¿Se acuerdan de aquella frase “Cosas veredes, Sancho, que harán temblar las paredes”? La frase le viene al dedo a esta historia que hoy les cuento, aunque es una expresión que jamás apareció en el Quijote y que fue falsamente atribuida a Cervantes. Una frase tan falsa como la fidelidad que una rata pueda tenerle a un barco que se hunde.