Opinión

Ataque cobarde

I. Martínez

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Al consejero de Cultura del gobierno de Murcia lo han apaleado tres sujetos, armados con nudillos metálicos. Le han partido varios huesos de la cara y dañado un ojo, teniendo que ser intervenido quirúrgicamente de urgencia en un centro hospitalario de la Comunidad Murciana, donde a su ingreso se le diagnosticó con un preocupante pronóstico grave. Este dirigente del Partido Popular hace tiempo que se sentía seguido, antes de ser víctima de este cobarde ataque, de corte mafioso. El Gobierno popular de Murcia ha iniciado un atrevido ajuste en las retribuciones y jornada de trabajo de los empleados públicos de su comunidad autónoma que ha puesto en pie de guerra a los funcionarios. No sé si les suena.


Desde que, hace un mes aproximadamente, se aprobó ese plan, el PP está sufriendo lo que Rajoy y Cospedal han calificado como un acoso sindical. Acoso del que culpan, por su pasividad, al Ministerio del Interior, o sea al ministro Rubalcaba, actual campeón de las huestes socialistas. Lo que ha hecho el Gobierno murciano es un plan para ahorrar unos 300 millones de euros, sobre la base de reducir de 175 a 100 euros un complemento de productividad y aumentar la jornada laboral de 35 a 37,5 ó 40 horas semanales, según los casos.

En la práctica, Valcárcel se adelanta a los tiempos que vienen para todas las autonomías; una época en la que no se descartan notables reducciones de personal. La Vanguardia informaba el pasado sábado que el Partido Socialista empieza a cuestionar el elevado número de defensores del pueblo o el insostenible número de televisiones públicas que disparan el gasto de las comunidades autónomas. Lo que se une al aviso del ex presidente José María Aznar de que España no puede pagar 17 autonomías y del portavoz popular, González Pons, de que el sobrecoste autonómico es de 26.000 millones de euros anuales.

El caso murciano ha tenido el agravante de que el delegado del Gobierno en la región hizo unas desafortunadas declaraciones el pasado mes de diciembre, cuando se produjeron algunos intentos de agresión a un senador popular, a un alto cargo del gabinete de Valcárcel y a un parlamentario autonómico del Partido Popular. El socialista González Tovar, tras minimizar estos incidentes, acusó de mala gestión de las finanzas públicas al Gobierno regional. Si le ponen un espejo al caso murciano quizá encuentren un curioso paralelismo con la situación que está viviendo actualmente la Junta de Andalucía con los sindicatos de funcionarios, que cuentan con la pasividad, cuando no del aplauso, del PP.

En Murcia el PSOE le dice el Partido Popular que le falta diálogo. En Andalucía, Arenas le pide a Griñán que dialogue. Me temo que esto va ser un pim, pam, pum hasta que los dos partidos acepten que no pueden decidir en solitario sobre retribución, organización y plantillas de los empleados públicos. Joaquín Sabina escribió una canción hace 20 años que se titulaba ‘Pacto entre caballeros’. Poco que ver con esta historia: el de Úbeda hablaba de mucha Policía y aquí hay mucha mucha hipocresía.