Opinión

Aún seremos más pobres

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El panorama no puede ser más desolador. Hemos pasado de la España del futuro a la España del pasado, a la del desempleo y del empleo en precario. Los trabajadores cada día tienen menos derechos y más miedos en el alma. Saben que entrar en la lista de desocupados es fácil, pero difícil salir de ella. El mundo obrero ya no es lo que era. ha abandonado el orgullo solidario para con los cuyos.

También el mundo sindical ha perdido el tren de la lucha incondicional. Se ha hipotecado a las migajas del poder, en vez de luchar por el mendrugo de pan. En 2011 vamos a ser más pobres y las desigualdades entre la ciudadanía española se agrandarán. España se queda sin clase media, monopolizada entre ricos y pobres. En cualquier caso, la cesta de la compra se va a encarecer como nunca. Algunas estadísticas apuntan a un 6 por ciento. Ni los productos básicos van a mantener su precio. Por si fuera poco el ahogo a la clase trabajadora, los impuestos siguen repercutiendo en mayor medida en sus bolsillos, en aquellas familias más humildes. La cuesta de enero, y la de su repecho en meses sucesivos, va a dejar huella imborrable en una sociedad que verá rebajar su nivel de vida a muchos años atrás. Con unos salarios congelados en el mejor de los casos, o rebajados a tiempos remotos, va a ser complicado levantar la cabeza. Que España sea cada vez más pobre, el montante no se debe tanto a la crisis internacional, sino más bien a la nefasta administración de caudales y del mal reparto. Son los efectos de una clase política que derrocha a más no poder, que se deja llevar por las finanzas especulativas antes que por generar empleo. Asimismo, es consecuencia de un estado autonómico que tampoco se sostiene, con el añadido de falta de transparencia en las instituciones.