Toros

José Tomás y Cataluña

OPINIÓN

ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
La gran noticia de 2010 no es otra que la brutal cornada sufrida por José Tomás en Aguascalientes (México) el 24 de abril.

La vida del genial torero de Galapagar prendió esta vez de un hilo muy fino, aunque por suerte se consiguió salvar la vida del diestro. José Tomás dio una lección de hombría y torería una vez más y mostro la natural tranquilidad que emana de este mito de carne y hueso.

La recuperación ha sido y continúa siendo lenta, pero el torero lucha de forma verdaderamente titánica para volver a la profesión que ama y por la que, como ha demostrado, no le importa ni perder su vida. Este es José Tomás. Pronto volverá a los ruedos para que los aficionados llenen las plazas por donde se anuncie. Este suceso rompió la temporada. Todos queríamos que reapareciese, pero era más la ilusión que la realidad de un percance tan grave. Las ferias notaron mucho su ausencia. Hablando de José Tomás, no hay sustituto que valga. Es un hueco que todos notaron, desde las empresas a los aficionados.

El otro suceso triste, esta vez con una vertiente política, fue el final de los toros en Cataluña. Una muerte anunciada de antemano en la que sacó el más rancio nacionalismo para apuntillar la Fiesta a partir de 2012. Montilla (PSC), entonces presidente de la Generalitat, fue uno de los grandes culpables de esta debacle, junto con sus socios de Gobierno (ERC e ICV-EUiA), y también de CIU. No importaba nada, sólo acabar con todo lo que huele a España. Se les vio el plumero.

Ahora el Constitucional tendrá la última palabra.