RICARDO FANJUL | Miércoles 22 de octubre de 2014
La gestión de la piscina cubierta del polideportivo de Torrelodones sigue pendiente de una solución definitiva, provocando las críticas de los grupos de la oposición.
Según acaba de hacer público el PSOE, las arcas municipales tendrán que hacer frente próximamente al pago de 205.320 euros por los cursos de natación del último trimestre. Esta cantidad, aseguran los socialistas, se abonará a la empresa que está gestionando la piscina municipal de manera temporal, mientras se elaboran los pliegos y requisitos que deberán marcar el nuevo contrato.
Al margen de la gestión de la Concejalía de Deportes, el grupo de la oposición denuncia que este dinero que debe abonar el Ayuntamiento por las clases de natación está fuera de los presupuestos aprobados para este año 2010. Por ello, explican, “supone un reconocimiento extrajudicial de dicha cantidad, que deberá debatirse y aprobarse en el próximo pleno del 30 de diciembre”.
Deuda con la Federación
Como recuerdan desde el grupo socialista, la situación en que ahora se encuentra la piscina viene motivada por la deuda que el Consistorio de Torrelodones ha acumulado con la Federación Madrileña de Natación.
Hasta el mes de junio, continúan, la Federación se hacía cargo de este servicio la piscina, pero “debido a la deuda que el Ayuntamiento mantenía con ésta dicho organismo dejó de prestar sus servicios”. Ante este plante, la Concejalía de Deportes tuvo que buscar una solución de urgencia para seguir ofreciendo esta actividad a los numerosos vecinos interesados. Por ello, en el mes de octubre el Ayuntamiento firmó un contrato por tres meses con una empresa privada. Empresa que, según explican los mismos responsables del PSOE local, está formada por trabajadores de la Federación Madrileña de Natación que habían sido despedidos.
Al margen de este dato, lo que realmente viene a denunciar el grupo socialista es que esta decisión “se tomó de forma unilateral y sin contar con el resto de grupos municipales”.
Evitar el aluvión de quejas
Dicha decisión, asumida en solitario por el PP, se produjo, prosiguen desde las filas socialistas, “para evitar el aluvión de quejas que se produjeron cuando a primeros de octubre los usuarios de la piscina se encontraron con el centro de natación cerrado”.
En todo caso, se entiende que de los 205.320 euros que habrá de pagar el Ayuntamiento a dicha empresa una parte considerable ya ha sido recaudada mediante las cuotas que abonan los usuarios de este servicio.
El portavoz del PSOE local, Juan D. Bidart, ha asegurado en un comunicado que el Equipo de Gobierno del PP, “que tenía la clara intención de privatizar este servicio desde hace tiempo, no ha sido capaz de presentar las bases del concurso de adjudicación a tiempo para que la piscina fuese gestionada por la empresa ganadora desde principios de octubre”. Ahora, añade, “nos encontramos con que tenemos que pagar 205.320 euros por el mal parche con el que el Partido Popular ha intentado cerrar este tema. Un regalo de Navidad que corrobora que todo el asunto de la piscina no es una chapuza, sino un chapuzón”.