El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Las calles del centro histórico de San Lorenzo de El Escorial vuelven a transformarse durante unos días gracias a la instalación del Belén monumental, que ocupa unos 5.000 metros cuadrados, llegando este año a su decimocuarta edición. Una iniciativa que es posible gracias a la colaboración del Ayuntamiento, de decenas de establecimientos de la localidad y, por supuesto, de los voluntarios que han trabajado en las últimas semanas para que este Belén sea una realidad, convirtiéndose de nuevo en uno de los principales atractivos turísticos de la localidad durante estas fechas. De hecho, el domingo, día de la inauguración, ya pasaron por aquí centenares de personas, como Pilar, que acudió desde Majadahonda con su marido y sus dos hijas, de 3 y 7 años. “Intentamos venir siempre que podemos, porque tenemos amigos aquí y además a las niñas les encanta; nuestra excusión a San Lorenzo es ya casi otra tradición de las Navidades”, comentaba esta majariega. El Belén a tamaño natural fue inaugurado por el alcalde, José Luis Fernández Quejo, y bendecido por el párroco, don Juan Delgado. Carlos Contreras , ha trabajado junto a un equipo de más de 40 voluntarios durante dos meses de manera altruista. Este grupo de artesanos se ha ganado a pulso el apodo de los Ingenieros del Belén. Junto a los tres Reyes Magos y a los personajes del Nacimiento, podemos encontrar ángeles, pastores, cortesanos, mercaderes, panaderos, soldados romanos, carpinteros, alfareros, etc., hasta un total de 180 figuras humanas. Los animales a tamaño real que componen este año el Belén son más de 450: entre las que destacamos ovejas, cabras, camellos, burros, caballos, vacas, jabalíes, jabatos, perros, gatos, gallinas, gallos, pollitos, patos y patitos, cerdos, cerditos, conejos y un largo etcétera.
El Belén se ha instalado principalmente en la plaza de la Constitución, plaza de San Lorenzo, plaza de la Cruz, los Jardincillos, calle Joaquín Costa y Reina Victoria (Los Soportales). Fotografías: Ayto. San Lorenzo y Mª. C. Abad.