Opinión

Adiós al Estado del bienestar

M. Agís

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Un adulto pregunta a un niño que va de mano de su mamá: “Niño, niño: ¿tú qué quieres ser de mayor?”. El infante, después de pensarlo unos segundos, responde: “¿Yo? Pensionista”. Llegar a pensionista, más que una merecida recompensa tras finalizar la vida laboral, era para este niño el mejor de los oficios. Parece que esos tiempos felices se han ido para siempre.

El Gobierno español, con la complicidad de los grupos que le apoyan, está decidido a reformar las pensiones, previamente congeladas, llevándose por delante una de las conquistas históricas del llamado “Estado del bienestar”. Nos dicen que el cuerpo de trabajadores que se prevé para las próximas décadas no garantiza el pago de las pensiones futuras. Es la otra cara de la moneda de una política que, lejos de incentivar la natalidad, ha atentado gravemente contra ella: ley del aborto, píldora del día después, etc. Por si eso fuera poco, en vez de promover que toda persona en edad de trabajar tenga un empleo, hemos llegado a una tasa de paro del 20 por ciento, cifra que aumenta a más de un 40 en el caso de los jóvenes. Así no hay forma de mantener la caja de la Seguridad Social de donde salen las pensiones y demás prestaciones. También se habla de aumentar los años para el cálculo de las pensiones más allá de los 15 actuales, con lo que el importe de las mismas será menor. Cláusula que no es de aplicación para sus señorías, que sólo necesitan dos legislaturas para chupar del bote.

Una vez más, quienes pagan los platos rotos del mal Gobierno de España son los trabajadores, que tendrán que seguir en el tajo dos años más y cobrar pensiones más bajas. ¡Estamos arreglados!