El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, no da puntada sin hilo no es algo nuevo, pero hay que reconocer que el pasado viernes estuvo especialmente fina en el envenenado regalo que le mandó al alcalde de Collado Villalba, José Pablo González (PSOE), en el acto de la colocación de la primera piedra del hospital que se va a construir en esta localidad y que dará servicio a varios municipios de la comarca. Después de comentar las diferencias de criterio respecto a la ubicación idónea para esta infraestructura sanitaria (Aguirre confesó que se decantaba por le Dehesa, frente a la insistencia del Ejecutivo en ofrecer los terrenos de La Chopera), la jefa del Ejecutivo autonómico hizo una pausa y, a renglón seguido, dijo que “donde no había habido ninguna discrepancia con el alcalde es en que fuera un hospital público de gestión privada”. Y señaló esto subrayando este último término, momento en que al regidor villalbino le cambió el gesto, tanto como al comprobar que la presidenta comenzaba a leer en voz alta el titular que El Faro del Guadarrama publicaba en primera página en su pasada edición, haciendo referencia a la petición por parte del PP de una Comisión de Investigación para conocer detalladamente las relaciones del alcalde con dos conocidos promotores de la localidad.
Puede parecer una anécdota más, pero con sus palabras Aguirre retrató a la perfección las maneras políticas del primer edil, que una y otra vez insiste en alejarse de aquello que su partido pregona a nivel regional, agrandando la brecha que existe con el secretario general del PSM y candidato socialista a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Tomás Gómez, quien, por otra parte, continúa sin respaldar a González de forma explícita tras el escándalo de las fotografías publicadas por el diario ABC. Contrasta esa actitud con el reiterado apoyo que el ex alcalde de Parla ha mostrado a su número dos, Trinidad Rollán, inmersa ahora en un complicado proceso judicial.
Hay silencios que son esclarecedores, como también hay presencias que rubrican un indudable apoyo público. Es el caso de la propia presidenta regional, Esperanza Aguirre, quien pese a la insistencia de algunos en montar una artificial y ridícula campaña -sin ningún recorrido, por otra parte- contra el líder del PP local, acompañó ayer a Agustín Juárez en la tradicional cena de Navidad de los populares villalbinos, a la que acudió también el consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, y el ex ministro Francisco Álvarez Cascos, uno de los históricos del partido, situándose en la línea de salida de cara a las próximas elecciones municipales.