UN TRABAJADOR MUNICIPAL Collado Villalba
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Con la experiencia de 20 años cumplidos como trabajador del Ayuntamiento de Collado Villalba, creo estar en condiciones de valorar la influencia del político de turno en el ambiente laboral de nuestra ciudad. Durante todo este tiempo hemos vivido muchas y diversas situaciones, ha habido buenos y malos momentos, alegrías y tristezas, un color político u otro...
Pero nunca hasta ahora habíamos tenido un ambiente laboral como el actual, un servilismo vergonzoso en los casos de muchos ‘colocados’ por el partido y una persecución implacable a aquellos que no lo son. No es de extrañar la afición por la trilogía ‘El Padrino’ de la que hace gala nuestro alcalde. Algunas de sus actuaciones no tienen nada que envidiar a la ‘cosa nostra’. Bueno, me equivoco, don Vito Corleone tiene -a su manera- dignidad, se basa en unas normas, aunque sean peculiares. En el caso de nuestro Ayuntamiento se ha perdido la dignidad totalmente y las normas brillan por su ausencia. Da igual actuar bien, da igual ser noble y trabajador; si te colocan en el lado oscuro no tienes escapatoria.
Y aquellos que están en el bando beneficiado lo están de una forma tan extrema que tampoco es bueno, ni para ellos a largo plazo, ni desde luego para los villalbinos, pues estos trabajadores dejan de ejercer la necesaria labor de ‘control’ sobre el gestor de turno. Este Ayuntamiento necesita una reestructuración de forma urgente para cumplir su razón de ser, dar un correcto servicio a los ciudadanos, independientemente de la ideología de quien gobierne. En todos estos años nunca había visto tanto malestar, tanta desilusión y tanto hastío entre mis compañeros. Y nunca habíamos tenido la enorme sensación de desconfianza hacia nuestros ediles, más si cabe teniendo en cuenta los recientemente publicados desatinos de nuestro alcalde.