OPINIÓN
ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
Diciembre marca la última hoja del calendario. Como presumíamos, 2010 ha sido un año de crisis, de mayor reducción de festejos, y de menor calidad en muchos casos. 2009 fue la temporada del tijeretazo, del recorte, pero el descenso continuó este año que ahora termina. ¿Seguirá esta tendencia en 2011? No sabemos. Las vacas gordas, en este caso toros, aún tardarán en llegar. El sector esta preocupado porque muchos ganaderos no van a aguantar el choque y se los puede llevar la corriente. También los toreros de la zona tibia, que han sumado pocos festejos y no van a poder seguir viviendo de su profesión.
En las elecciones del próximo mes de mayo nos jugamos el futuro de los próximos cuatro años. Debería haber cambios, especialmente en algunos ayuntamientos. Aquellos en donde ha salpicado el escándalo, la corrupción, el compadreo de alcaldes con amigos empresarios taurinos... Habría que extirpar el cáncer para dar trasparencia y que vengan gestores sin tufillo de prevaricadores. Hay que hacer una limpia buena. Los nuevos elegidos tienen la obligación de asumir esta responsabilidad.
Ahora que se están realizando las listas para los comicios municipales, qué bueno sería que en ellas fuesen personas serias, responsables y con la potestad de trabajar por la Fiesta de los toros en su pueblo. Gente con afición y ganas, porque esa es la clave de que en el futuro de las ferias de la comarca goce de buena salud durante cuatro años. Si no es así, estamos condenados al fracaso. Necesitamos gente que nos defienda en política.
Si no hay personas con este perfil, al final los toros seguirán siendo “un marrón” que hay que quitarse de encima de forma rápida y sin problemas. Afortunadamente hay personas que están trabajando con rigor y dependemos mucho de ellas.
Para terminar, tenemos noticias de que un empresario madrileño ha estado revoloteando para concursar por la plaza de toros de Guadalajara, un coso de segunda categoría de los que nunca pisa. Al parecer, como no tiene experiencia no cumple los mínimos exigidos, no tiene nada que hacer. El lugar de alguno está en las plazas de talanquera.