• La indignación de un opositor timado

Me animo a escribir estas líneas con la intención de completar y aumentar la información que ha salido a la luz referente al variado entramado de corrupción que rodea el Ayuntamiento de Collado Villalba.



Ante todo, comentar que seré un damnificado directo de las últimas oposiciones a operario de servicios múltiples que finalizaron el pasado 2 de diciembre, pero prefiero quedar en el anonimato por considerar que en todo este asunto existen políticos, un sindicato y cargos de confianza con demasiado poder y malas artes. La primera prueba, consistente en un examen tipo práctico según las bases, pero que al final fue verbal, sobre el temario incluido en el Anexo de las Bases, resultó ser una encerrona con múltiples trampas y rozando, cuando no superando, los límites del temario. A modo de ejemplo, preguntaron a cada aspirante: ¿Cuál es la función de una válvula de riego? o ¿De qué material son las válvulas? o ¿Qué harías para arreglar una válvula que no funciona?, etc., ciertamente complicado para aquellos que desconocen estas piezas. Lo extraño de las preguntas no fueron éstas, sino cómo lo hizo el tribunal. Se dividió en grupos de dos, con lo cual se valoraba de manera totalmente parcial y subjetiva dependiendo quién fuera el opositor. La primera sorpresa fue el reducido número de aprobados y la presencia de buenas notas, incluidos varios 10, a pesar de la complejidad del ejercicio, aunque lo sorprendente de tanto ‘10’ es que no sólo los tenían los aspirantes que ya trabajan en el Ayuntamiento y que no son fijos, sino los familiares y amigos que opositaban. Hubo muchas más irregularidades que no relataré para evitar que este escrito sea demasiado largo.

Concluyo diciendo al señor alcalde que lo siento, que sé que esta carta enturbiará más aún su curso para renovar su mandato y aunque en anteriores ocasiones no dudé en votarle, ahora me siento en la obligación de sugerirle que acabe con estos desmanes si quiere revalidar su puesto, y muy a mi pesar, no le votaré.