M. Rosa
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
No es un rumor,ni tampoco un globo sonda. Según he podido leer, ver y escuchar en prensa, radio y televisión, todo el mundo da por hecho que el próximo año, concretamente a partir del mes de enero, nos van a subir otra vez el recibo de la luz. He intentado enterarme de cuál es el motivo. Les juro que también intento averiguar en qué pueden fundamentar las subidas continuas de la gasolina o la del gas. Y no me entero de nada.
Hace un año nos vendieron que la liberación de las tarifas eléctricas supondría una ventaja importante para el consumidor, que podría elegir entre múltiples ofertas más baratas. Mentira, claro. Miedo me dan todas las liberaciones anunciadas desde el Gobierno de Rodríguez Zapatero para el año que viene. Yo creo que simplemente se trata de una estrategia para meternos miedo, pero también para acabar con nosotros, para dejarnos cansados, desesperanzados. “Nada se puede hacer”, quieren que pregonemos.
Pero nuestros dirigentes debían tener en cuenta que la paciencia tiene un límite y que tanto sacrificio por parte de los mismos puede terminar como el rosario de la Aurora. Porque si nos suben los impuestos y los precios, y a la vez nos bajan los sueldos y los años de jubilación; si nos quieren convencer de que el único plan posible es el suyo, al final la ciudadanía dirá ¡basta ya!. Lo lamentable, al margen de los 4,5 millones de parados, es que ahora vienen a por nosotros, eso sí, a por los que cumplimos y que saben cumpliremos siempre.