ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
Se cumplen 15 años del mito. 15 años de la alternativa de José Tomás en México. Hoy justamente se celebra la efeméride de aquel acontecimiento histórico y decisivo para el devenir de la Fiesta en estos últimos años. Nadie que aquel día estuvo presente, el 10 de diciembre de 1995, en la Monumental de Insurgentes podía sospechar que estaba viendo a uno de los toreros más grandes de la Tauromaquia.
El azteca Jorge Gutiérrez le dio la borla de matador de toros en presencia del también mexicano Manolo Mejía. El astifino toro de la ceremonia se llamó Mariachi y era la vacada de Xajay. El nombre del toro podía hacer referencia precisamente a una de sus grandes pasiones musicales. A este astado le cortó una oreja, tras dejar apuntes del toreo que luego con el paso de los años fuera asentando y agigantando este coloso del toreo llamado José Tomás. En su segundo oponente de aquella tarde en su querido México, donde incluso dio la vuelta al ruedo con un sombrero charro puesto, sufrió también un serio percance como muestra del alto precio que iba a pagar por su verdad.
Tres lustros de historia, de un torero genial e irrepetible, con una personalidad abrumadora, un valor natural que marca precedente y que ha sido capaz de superar todo gracias un toreo profundo y verdadero, sin olvidar una manera muy personal e independiente de ir por la vida.Un hombre íntegro y comprometido. Hasta México viajaron muchos amigos desde España y aunque José Tomás ya había triunfado con fuerza como novillero en Las Ventas, pocos podían imaginar la dimensión y la repercusión que luego marcaría. Todavía faltan muchas páginas por escribir en el libro de este mito de carne y hueso: José Tomás