Quijorna

El pleno, suspendido

OPINIÓN

Román Villalba | Miércoles 22 de octubre de 2014
Tres amonestaciones y a la calle. Y a la enésima bronca plenaria entre el expulsado, Florentino Serrano, ex regidor de la localidad y portavoz del Grupo Independiente de Quijorna (GIQ), y la expulsante, la alcaldesa, Mercedes García (PP), terminó abruptamente con el pleno tras más de cuatro horas de debate muy tenso, demasiado tenso. Fue llegar al urbanismo y ambos se enzarzaron en una inexplicable discusión sobre cobros, ventas, aprovechamientos lucrativos, parcelas municipales que Florentino Fernández “vendía al primero que pasaba por la calle” y denuncias que en aquellos tiempo, hace más de siete años, interpuso la hoy regidora contra el entonces alcalde y que ahora perjudican al pueblo, convenios que hoy no se cobran por aquellas denuncias, según el expulsado.


Un follón difícil de explicar sin el trasfondo del crack inmobiliario que afecta muy duramente a una localidad que basó su crecimiento en el ladrillo y hoy arrastra, depende de quién ofrezca las cifras, entre 4 y 9 millones de euros presupuestados y no ingresados por ventas frustradas de los aprovechamientos lucrativos. La alcaldesa mantiene que la culpa es de Zapatero, “que nos arruina aprobando leyes que destruyen el país”, y de Florentino Serrano, ex alcalde que dejo una deuda hace siete años de más de 4 millones de euros, “deuda que hemos tenido que pagar nosotros”. Por su parte, Serrano cree que la culpa es de la nefasta gestión de la actual regidora, “incapaz de sacar adelante convenios urbanísticos comprometidos por valor de 9,5 millones de euros”, de los que sólo se han monetizado entre el 10 y el 15 por ciento.

Un ‘nudo gordiano’ que ata a ambos de forma casi personal, difícil de salvar en una localidad que basó todo su desarrollo en el crecimiento urbanístico y ahora tiene difícil hasta cumplir el plan de saneamiento al que se acogió en junio de 2009, en virtud del Real Decreto que habilitó precisamente el tan denostado por la alcaldesa Zapatero para intentar reflotar las baqueteadas economías locales de este país. De hecho, según los servicios jurídico-económicos municipales no lo está cumpliendo ni en tiempo ni en forma, tal y como refleja el informe negativo del secretario municipal.

Mientras Mercedes García y Florentino Serrano se enzarzaban en su enésima bronca plenaria, con gruesas y mutuas acusaciones, la única concejala socialista, Azucena Concejo, se quedó con la palabra en la boca cuando iba a hacer sus ruegos y preguntas. Al salir del pleno, y hasta en él, acusaciones mutuas sobre intentos de reventar la sesión, vecinos que acusan a la alcaldesa de ilegalidades y mala gestión, denuncias, detectives, amagos de desalojo por la Policía Local, insinuaciones personales y asuntos bastante más escabrosos que llevan enredando a este pueblo hace ya demasiados años. Que lo tienen, por lo visto, al borde del precipicio económico.