CARLOS FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
Indignado y cansado se muestra el Equipo de Gobierno de Fresnedillas de la Oliva por todo el revuelo, a su juicio exagerado e injustificado, que se está levantando alrededor del próximo inicio de las obras del nuevo colegio público San Bartolomé. Para el Ejecutivo, el tema se está manipulando por parte de algunos con el único fin de que no se haga el colegio. “Nos hemos reunido infinidad de veces con los padres y conocen el proyecto perfectamente. Ellos quieren una fecha de terminación del centro, pero en las actuales circunstancias no podemos dársela. Solo nos podemos comprometer a que la segunda fase se inicie lo antes posible. Es un colegio por el que se lleva luchando tres años y por fin se empieza en enero”, explica la concejala de Educación, Marisa Rodríguez, quien no comprende cómo, estando el proyecto a disposición de quien lo quisiera ver, “se han llegado a recoger firmas diciendo a los vecinos que lo que se va a hacer es un centro concertado. Se trata de una persecución y un acoso a este Equipo de Gobierno”.
El proyecto dibuja un colegio donde en una primera fase se construyen 870 metros cuadrados. Esta superficie, más del doble de la que tiene el actual centro educativo, albergará, además de las clases de Infantil, un comedor, una sala de psicomotricidad, salas de reunión y profesorado y aula polivalente, es decir, gran parte de los servicios comunes para el colegio completo. El edificio que se va a empezar a construir en enero para comenzar a funcionar el próximo curso tiene un coste de algo más de un millón de euros, dinero que desembolsa en su totalidad la Comunidad de Madrid. Se prevé una segunda fase donde se habilitaran seis aulas de Primaria, biblioteca y gimnasio. El edificio incluye, debido a su particular ubicación dentro de un paraje natural, elementos peculiares como granito, madera o teja.
El inmueble proyectado duplica la superficie del actual colegio, que todas las partes coinciden en señalar como insuficiente para las necesidades educativas de la localidad, razón por la cual el Ejecutivo defiende el inicio de las obras como un logro que hay que celebrar dadas las circunstancias presupuestarias actuales. “Claro que nos gustaría que lo terminaran, pero es imposible conseguirlo ahora. Si en lugar de dos años podemos hacer que se termine completo en seis meses, vamos a trabajar por ello, pero ahora mismo nos parece una barbaridad no aprovechar la oportunidad de comenzar los trabajos y hacer caso a quienes exigen la paralización en caso de que el colegio no se haga completo”, indica la edil.
Bajo nivel educativo
El alcalde, Antonio Reguilón (PP), se muestra aún más indignado y cree que esta oposición no tiene más que un interés: “El de que no se haga el colegio para tapar el logro que supone su construcción”. Por eso, Reguilón cree que el AMPA debería ayudar para alcanzar los objetivos de un colegio nuevo completo lo más pronto posible y no poner dificultades. Para el regidor de Fresnedillas es más preocupante el bajo nivel educativo que demuestra el centro año tras año, situándose a la cola del ranking de las pruebas de sexto de Primaria, razón por la que muchos padres, según el regidor, deciden llevar a sus hijos a colegios públicos de El Escorial. “Yo quiero que esos niños vuelvan a estudiar a Fresnedillas porque eso significaría que contamos con un buen centro, con buenos equipamientos y buen nivel educativo”, concluye Reguilón.
Al cierre de esta edición se ha sabido que el alcalde jarando tiene intención de dirigir una carta a los vecinos sobre este tema. En ella expresa su “absoluta incredulidad por la que está formando un grupo de personas hacia el futuro de un municipio que les ha acogido con los brazos abiertos”. Asimismo, habla de una labor de entorpecimiento y confusión para retrasar el inicio de la construcción, presentando, primero, 22 alegaciones “fotocopiadas unas de otras”. Ahora, añade, “buscan una nueva excusa para paralizar el comienzo de las obras”. Para el alcalde, el reciente premio a la integración no es solo al colegio, “sino al pueblo entero”. “Pueden seguir engañando, manipulando, mandando cartas insultantes a cuantos organismos quieran. El futuro de Fresnedillas pasa por tener un colegio de calidad, una mejor enseñanza, no el fracaso escolar, la dejadez, la estupidez de unos pocos y anteponer el sectarismo político al interés general de los ciudadanos”, manifiesta en el citado documento.