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‘Rescatando a Sara’: descenso al infierno de Irak

Javier A. Preciado presenta el libro que relata la liberación de la niña de Galapagar secuestrada por su padre

ENRIQUE PEÑAS | Miércoles 22 de octubre de 2014
La historia es conocida: una niña de ocho años, Sara, es secuestrada por su propio padre Alí, quien la llevó a vivir a Irak, lejos de su madre, Leticia. Esta vecina de Galapagar denunció los hechos, encontrándose con un inesperado aliado en su lucha para encontrarse de nuevo con su hija. Javier Ángel Preciado, periodista de Telecinco, se implicó en la historia, acompañando a Leticia en una aventura que ahora relata en Rescatando a Sara (Temas de Hoy), libro que fue presentado el pasado viernes en el restaurante El Secreto del Amor (San Lorenzo de El Escorial), en un acto organizado por la Librería Crystal (www.libreriacrystal.com). A la presentación acudieron, además de la propia Leticia y su hija Sara, los concejales de Deportes y Festejos de San Lorenzo, Joaquín Cobo y Javier Santiago; el edil de Deportes de El Escorial, Fernando Preciado; la alcaldesa de Santa María de la Alameda, Begoña García; y el responsable de Cultura en el Ayuntamiento sanlorentino, José Antonio Vara, quien ejerció como anfitrión. El propio autor explicó para El Faro del Guadarrama algunas de las claves de este trabajo.

¿Cómo surge la posibilidad de convertir esta historia en un libro?
Tenía la idea en la cabeza. Era una grandísima historia de la que, en los programas que había hecho, no había contado ni el 30 por ciento. Me lo pidieron desde Temas de Hoy, así que me considero un auténtico afortunado.
¿Cómo recuerda ahora ese proceso?
Fueron dos años y medio realmente intensos y angustiosos. Removimos Roma con Santiago hasta conseguir llegar a Sara y traerla de vuelta a España. En Irak no fue nada sencillo, en primer lugar por los problemas de visado, y menos aún al tener que viajar a Basora, una ciudad con una presencia muy importante de la milicia chií, incluso en la propia Policía.
¿Era consciente del riesgo que suponía?
En ese momento no, supongo que porque los periodistas tenemos un cierto grado de inconsciencia que es propio de la profesión. Pero sí pasamos situaciones muy complicadas. Fuimos tiroteados por una patrulla del ejército norteamericano, aunque afortunadamente salimos ilesos. Lo pasamos realmente mal, pero podía más la ilusión tan grande que teníamos por rescatar a Sara y sacarla de ese infierno. En el libro encajan todas las historias que vivimos, aunque lo que pesa más es la inmensa felicidad de traer a la niña de vuelta a España.
¿Estaba ante un historia que de ninguna manera podía dejar escapar?
Cuando conocí el tema no estaba en mi mano dejarlo escapar o no, principalmente porque la investigación es cara en todos los medios, y en televisión aún más, pero Telecinco apostó por ello, y eso es algo que siempre les tendré que agradecer.

Y lo que empezó como un trabajo se convirtió en una cuestión personal, con una fuerte implicación...

Absolutamente, es un defecto que traigo de fábrica. Siempre me implico mucho, es inevitable. También me ocurrió con un reportaje que se llamó El tren de los sueños rotos, sobre los atentados del 11-M, que me provocó una isquemia cerebral. El dolor ajeno nunca es realmente ajeno. En el reportaje hace falta implicación y ser muy apasionado, este oficio es así. Me tuve que hacer pasar por un primo de Leticia para poder ir con ella a todos los sitios: con el ministro, con el embajador, con la Policía... De hecho, al final he acabado siendo el padrino de la niña, porque ya estando en España quiso bautizarse como católica.
¿Cuál fue el momento más duro?
Uno de ellos fue el primer encuentro con Sara, que debía haber durado seis horas y se quedó sólo en 50 minutos. Luego además nos encontramos con que había olvidado el español En dos años y medio hay tiempo para muchas cosas, incluso Leticia y yo hemos tenido diferencias importantes.

En todo caso, nos encontramos ante una historia con final feliz...

De momento sí, pero hay un peligro latente, porque no sabemos si el padre intentará llevarse a la niña de nuevo, aunque la orden de búsqueda y captura sigue vigente en España. Se le está investigando por financiación a las milicias terroristas y sabemos también que dio orden de buscar a Sara a uno de sus hermanos.