POLÍTICOS Y USUARIOS PIDEN A RENFE QUE SUBSANE LAS DEFICIENCIAS EN LAS INSTALACIONES FERROVIARIAS DE LA ZONA
CARLOS FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
Los sistemas de información electrónica no funcionan, RENFE no edita horarios y se sigue cruzando por la vía a pesar de haberse producido tres atropellos mortales en estos tres últimos años, uno en Zarzalejo y dos en la cercana localidad de Las Navas del Marques.
La movilización vecinal que siguió a la muerte de una mujer en la estación ferroviaria de Zarzalejo consiguió que RENFE efectuara un paso subterráneo, pero no que se solucionaran los problemas de abandono, suciedad y falta de información. Igual ocurre en las estaciones contiguas de Robledo de Chavela y Santa María de la Alameda.
La denuncia inicial parte del concejal socialista de Zarzalejo, Ramón Moragas, que relata el deplorable estado que presenta la estación del pueblo, único sistema de transporte de la localidad. “Los carteles electrónicos que pusieron hace dos años no han funcionado nunca y la estación esta muy sucia”. El edil denuncia la falta de atención de RENFE y las dificultades que esta situación acarrea a los usuarios de Zarzalejo, así como el peligro que se deriva del mal funcionamiento del servicio.
“Como no hay información, los vecinos cruzan el túnel a su hora, pero si, como es muy habitual, hay retrasos y tienen que esperar a la intemperie la llegada del tren porque tampoco hay marquesinas, al final acaban aguardando a última hora para pasar por la vía o corriendo por el túnel, lo que ya ha causado varios incidentes y, lo que es más grave, continua con el riesgo de un atropello”, denuncia el concejal de la oposición, que mediante distintos escritos ya ha puesto en conocimiento de ADIF esta circunstancia.
Sin vigilancia
También lo ha hecho el alcalde, Rafael Herranz (PP), quien asegura estar a la espera de que se solucione lo que reclama el Ayuntamiento en los escritos. “Ya han arreglado la falta de luz y han instalado iluminación nocturna, pero las deficiencias en limpieza e información todavía no se han solventado”. El regidor, que relata que la falta de vigilancia llega hasta el punto de que hace poco unos muchachos dieron la alarma para parar un tren, lo apedrearon y efectuaron pintadas vandálicas, cree que el problema fundamental es que la gente “va y viene por la estación, sin nadie que le atienda”, por lo que añade que una posible solución estaría en que se activara un servicio de información con algún vecino cercano o que se volviera a abrir la cantina.
Ya en Zarzalejo, se comprueba el estado de abandono de la estación que, al igual que las de Robledo de Chavela, Santa María de la Alameda y Las Navas del Marques, donde se han producido dos atropellos desde el año 2007 -el último en abril de 2009, cuando una niña de 9 años murió arrollada por un TALGO-, son atendidas por un total de cuatro empleados por turnos; es decir, un único ferroviario para cuatro estaciones.
Se trata de técnicos cuya obligación no es limpiar la estación, ni tampoco informar a los usuarios, a pesar de lo cual lo hacen cuando se les encuentra y ayudan en todo lo que pueden. Uno de ellos, que prefiere permanecer en el anonimato, nos relata cómo “RENFE no envía horarios y los tenemos que hacer nosotros a mano para luego distribuirlos entre los bares y locales cercanos a la estación. Sólo se puede acceder a ellos en internet y no siempre es fácil encontrar bien las salidas y entradas”.
Respecto a la información para el usuario, reconoce las dificultades y el deficiente servicio: “Si hay alguna incidencia o retraso nadie les puede informar. Los carteles electrónicos no han funcionado nunca”. Estos técnicos, que ni siquiera se desplazan entre las estaciones en tren, sino en su vehículo particular, quedan lejos, muy a su pesar, de la imagen cercana del jefe de estación siempre dispuesto a echar una mano.
Tampoco es mucho mejor la situación en Robledo de Chavela donde, como en Zarzalejo, unos 100 usuarios diarios utilizan el servicio ferroviario para ir principalmente a Collado Villalba, El Escorial, Las Rozas o Madrid. Aquí, la existencia de una cantina palía por la vía de la buena voluntad de la propietaria las carencias y el abandono en que se encuentra esta estación, que data del año 1863. Juli, su propietaria, no quiere entrar en críticas a nadie, pero sí reconoce que casi todas las mañanas tiene que ayudar a dos invidentes a cruzar la vía, “lo que hago encantada”, añade.
Alguno de sus parroquianos si se atreve a criticar más abiertamente el abandono de la estación, su suciedad y la falta de servicios. “No hay horarios oficiales, nadie informa de los retrasos y después de los accidentes mortales en Zarzalejo y Las Navas parece mentira que hace dos años, cuando se remodeló la estación, no se hiciera un paso subterráneo, porque aquí cualquier día pasa algo grave”. “Este tren lo coge mucha gente mayor para ir a la compra a El Escorial, mayores que pasan con carritos por las vías, así como chicos y chicas que van a estudiar a los institutos de Villalba y El Escorial. Nadie les informa y nadie les ayuda. Vivo aquí al lado y es raro el día que no hay que ayudar a alguna persona mayor o informar a alguien que viene despistado. Lo peor es que no se avisa de la llegada de los trenes, ni hay ningún cartel. El que se instaló con la remodelación nunca ha funcionado”, comentaba este mismo vecino.