Cartas al Director

Cuando el pueblo pierda la memoria

JULIA RAMOS -Collado Villalba-

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
No hace muchos meses, conectar con Radio Villalba a través de internet para escuchar el pleno: imposible. Y me viene la duda razonable sobre si lo que se pretende es que los ciudadanos sigamos sin enterarnos de lo que se habla en los plenos, lo que de por sí ya es poco desde que en uso de su mayoría absoluta el PSOE cambió el reglamento y los plenos quedaron vacíos de contenido.




Opacidad, falta de transparencia, ocultismo cuando no mentiras y verdades a medias, lo que es peor. Es a lo que nos tiene acostumbrados este Equipo de Gobierno, con su alcalde a la cabeza. No hay más que verle cuando el señor De la Calle hace esas entrevistas más que preparadas, esas preguntas a propósito para el lucimiento. El rodillo que está pasando desde que obtuvo la mayoría absoluta es tremendo y demencial: aumento salarial desorbitado, incremento del personal de confianza, despilfarro en gastos (cuyo mejor ejemplo es el inútil túnel-parking del eje Honorio Lozano-Batalla de Bailén, otorgado a la empresa más cara y encima al doble de lo presupuestado y al doble de tiempo de construcción, por no hablar de lo de Montecover...). Pueblo sucio, no se ve a la Policía por los barrios y urbanizaciones; la cultura brilla por su ausencia; problemas con el personal del Ayuntamiento... Y lo peor de todo esto -mi ideología es pública- es que si el PSOE pierde, va a ganar el Partido Popular. Y la derecha hará lo que ya sabe: pérdida del protagonismo de los ciudadanos, ajustes a los que menos tienen porque son los que más pierden... el panorama es desolador. Hay otras formaciones a la izquierda, con IU, que parece que no conviene que se enteren los ciudadanos de lo que hacen sus concejalas. Claro que como el PSOE ahora no las necesita para gobernar, que no es lo mismo que lo que ocurrió en 1999... Recuerde, señor alcalde, que si por entonces obtuvo la Alcaldía fue gracias a un pacto con IU y después le fue fácil mantenerse, a pesar de que seguro que no se le votó para que hiciera lo que está haciendo. Es triste que el pueblo pierda la memoria.