Collado Villalba

Cronología de un despilfarro (y III)

ACUSACIONES, POLEMICA, DEBATES Y CONCLUSIONES FINALES

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La presión tanto de los grupos políticos de la oposición como de los vecinos de Collado Villalba a la hora de oponerse a una obra que consideraban innecesaria y cara, obligó al alcalde a salir a la palestra para defenderla. Y así, el 20 de octubre de 2006, en el transcurso de una de las pocas visitas que realizó al eje Honorio Lozano-Batalla de Bailén, José Pablo González dijo: “Es la obra de infraestructura más importante de nuestra ciudad y se tenía que haber hecho en el siglo pasado, cuando se reformó Honorio Lozano, porque cualquier reforma en superficie en la que se amplíen viales y aceras tiene que llevar asociada un número de plazas de aparcamiento”. Y añadió seguidamente: “Aunque la obra ha comenzado a un año escaso de las elecciones y personalmente era consciente de que me jugaba mucho, lo honesto era tirar para delante y no dejar este importante proyecto en el cajón para otro momento político más favorable. La obra va al ritmo deseado y los trabajos estarán terminados a mediados del mes de mayo [2007]”. Sus predicciones fueron tan nefastas que la obra finalizaría en octubre de 2008, es decir, año y medio más tarde, y además su coste duplicó el de la adjudicación inicial, ascendiendo a más de 40 millones de euros. Por otro lado, la prueba de lo absurdo de esta obra está en que dos años más tarde de su apertura el parking (casi mil plazas si le añadimos las de la biblioteca de Batalla de Bailén) apenas es utilizado por medio centenar de usuarios diarios, mientras el túnel tiene escasa circulación de vehículos tanto de día como de noche. Tanto es así que hace dos semanas, cuando tanto este subterráneo como el aparcamiento permanecieron durante una semana cerrados al público a consecuencia de una inundación, el hecho no incidió ni en el tráfico ni en el aparcamiento de vehículos en esta zona comercial del municipio.


Curiosamente, en el pleno celebrado en mayo de 2006, el portavoz de ADEI, Alberto Sánchez, preguntó al concejal de Urbanismo, José Antonio Gómez Sierra, el motivo por el cual una de las dos plantas del parking de la biblioteca municipal no se había abierto al público. El edil interpelado respondió: “con una planta es suficiente”. Sánchez, bastante irritado, le contestó: “Vamos a hacer una obra que nos va a hipotecar durante 40 años para tener más plazas de aparcamiento y resulta que el recién abierto parking de la biblioteca sólo funciona parcialmente porque no es necesario abrir las dos plantas”.

Medios de comunicación
En esa misma sesión plenaria, la del 25 de mayo de 2006, Julio Henche, por entonces portavoz del grupo municipal del PP, planteó la siguiente pregunta: “¿El Ejecutivo conoce la existencia de relaciones mercantiles o societarias, bien a través de accionistas, administradores, consejeros delegados o apoderamos de algunas empresas de comunicación con constructoras con las que el Ayuntamiento ha contratado obras públicas en los últimos años?”, haciendo referencia a casos como el P-29, el nuevo recinto ferial, la ciudad deportiva o el proyecto de remodelación de Honorio Lozano.

Ante la ausencia del alcalde, el responsable del área de Urbanismo contestó : “No conozco la relación a la que hacen referencia sobre quién esté delante o detrás de esas empresas”. Henche le respondió de inmediato: “No me diga señor Sierra que no los conoce, porque está comiendo y jugando al mus con ellos bastante a menudo. No nos tome por tontos”.

También en este mismo pleno el portavoz popular preguntó sobre otro tema no menos polémico, el de la subvención por parte del Ayuntamiento a los medios de comunicación local y más concretamente sobre los criterios que utiliza el Consistorio para insertar anuncios en los mismos, a la vez que solicitaba información detallada sobre las aportaciones realizadas por la tesorería municipal a prensa, radio y televisión local durante los años 2004, 2005 y 2006. El primer teniente de alcalde, Juan Concepción, respondió: “La publicidad se inserta en los medios que informan sobre Collado Villalba. No hay otro criterio. No se pide la filiación que pueda tener una empresa con otra. Los políticos no adjudicamos las obras (¿?)”. Julio Henche también discrepó en este punto con Concepción, al decir que “el criterio seguido por el Ejecutivo para insertar publicidad institucional en los medios locales es el de adhesión con aquellos que recuerdan el NO-DO franquista, pero en color”.

Conclusiones sobre la obra
Un mes antes de su apertura (la inauguración, después de dos años de inactividad, parece descartada) los responsables del blog faraonchurrero sacaron las siguiente conclusiones sobre las irregularidades detectadas en el transcurso de ésta:
1º).- Un sobrecoste de más de 20 millones de euros. 2º).- Ha sufrido un retraso de más de 14 meses. 3º).- La dirección facultativa afrontó un proyecto base con un estudio geotécnico a todas luces insuficiente -su coste no superó los 2.500 euros-, que no permitió la correcta finalización de las obras. 4º.- A falta de un informe pericial que el Equipo de Gobierno se negó a realizar para poder analizar los imprevistos a los que se alude en la memoria de los modificados del proyecto, se puede entender esta actitud de negligencia culposa por parte del Ejecutivo presidido por José Pablo González. 5º).- No ha habido información en ningún momento sobre número y situación de los colectores, lo que supone una grave responsabilidad por parte de los técnicos municipales. 6º).-No ha habido un estudio de viabilidad como exige la Ley de Contratos de la Administración Pública en una obra de esta envergadura. Sólo se presentó un informe de viabilidad económica pues por parte de los técnicos ésta “no entrañaba riesgos operativos y tecnológicos en cuanto a su construcción y explotación”, sin tener en cuenta que se estaba realizado a escasos metros de las edificaciones. 7º.- El Ayuntamiento no ha mostrado en ningún momento interés en saber lo que ha ocurrido en el tiempo que han durado las obras, tal vez porque se lo imaginara de antemano, pese a que ello haya supuesto un irreparable batacazo para la hacienda municipal.

Con estos tres reportajes hemos querido plasmar los desmanes habidos en una obra que a día de hoy sigue siendo rechazada por los villalbinos.