La muerte de una embarazada y su bebé reabre la polémica sobre las vías más peligrosas

La muerte por atropello de Khadija el pasado domingo en la calle Camino del Molino y de su hijo, que en un principio había sobrevivido al accidente gracias a una cesárea post mortem, ha reabierto la polémica sobre el exceso de velocidad en muchas de las calles de Collado Villalba, así como por la deficiente señalización en las mismas.

Como nuestros lectores recordarán esta semana comenzó con la desgraciada noticia del fallecimiento de esta villalbina, que fue atropellada por un hombre de 66 años que alegó que había sido deslumbrado por el sol. Multitud de medios de comunicación se han dado cita y han comprobado in situ el estado de la vía y han se han hecho eco de las denuncias de la familia de Khadija y de otros vecinos sobre la velocidad que alcanzan muchos vehículos en esta vía. Además de la deficiente señalización horizontal y vertical, existe un gran problema de visibilidad tanto para los peatones como para los conductores, y no sólo en la puesta de sol, sino también debido a que en esta calle estacionan diariamente numerosos vehículos de alto tonelaje. Una serie de variables que han terminado en este fatal desenlace.

Otras vías peligrosas
En condiciones muy similares se encuentra la calle Abogados de Atocha, una vía muy transitada ya que enlaza con la carrera M-601dirección Navacerrada y con el acceso a la autopista A-6. En esta vía, los conductores no suelen respetar la limitación de velocidad, poniendo en riesgo la integridad física de muchos vecinos que acuden diariamente al parque Pinar de las Eras, uno de los más grandes y concurridos de la localidad. Esta situación se agrava durante los fines de semana, puesto que los usuarios de este parque aparcan en la vía, aunque no tenga señalizadas las plazas de aparcamiento. Es entonces cuando la visibilidad de los conductores se reduce notablemente. Pese a ello, muchos siguen infringiendo el código de circulación y conducen a gran velocidad. La calle Abogados de Atocha es otro de los puntos negros de la localidad, y pese a las protestas, tampoco se ha adecuado a las exigencias diarias.

Otra vía que también ha acumulado muchas denuncias es la carretera que da acceso a Fontenebro, Altagracia y el Mirador de la Sierra. Se trata de las calles Doctor José María Poveda, Formentera y la carretera Dominio de Fontenebro, que conforman una única vía. Este caso es todavía peor. En algunos tramos los vehículos llegan a alcanzar los 120 kilómetros hora, sin que exista señalización que limite la velocidad (aunque en ciudad, de manera general, no se puede circular a más de 50 km/h). De hecho, desde la entrada a la urbanización Mirador de la Sierra hasta Fontenebro no existe señalización vertical de ningún tipo, pese a que hay casi dos kilómetros entre estos puntos. Tampoco hay badenes, por lo que muchos la utilizan como una pista deportiva de alta velocidad.

También recibe muchas quejas la Travesía de Peñalara, lugar donde se encuentra el centro de Educación Especial del mismo nombre. En este lugar tampoco señalizan la salida de escolares ni existen badenes que hagan aminorar la velocidad.

Un radar inoperativo
Hay que recordar que el Ayuntamiento de Collado Villalba adquirió hace años un radar de control de velocidad que, según anunció el propio alcalde, José Pablo González, serviría para controlar los excesos de algunos conductores. Se aprobó su utilización en junio de 2005. De hecho, la Concejalía de Seguridad aseguraba en un comunicado que durante aquel verano estaría plenamente operativo y sería una herramienta eficaz para el nuevo área de Tráfico que en teoría se iba a crear por esas mismas fechas. Sin embargo, meses después de esta noticia, nunca se ha visto que se utilice en el municipio. Según fuentes consultadas por este medio, este aparato no se ha podido poner en marcha por una cuestión de homologación, por lo que se encuentra almacenado.