OPINIÓN
Paco Salvatierra
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Apenas faltan un par de semanas para que se cumpla el segundo aniversario de la apertura, que no inauguración, de la mal denominada remodelación de las calles Honorio Lozano-Batalla de Bailén, con parking y túnel incluidos, cuyo coste de partida era de unos 20 millones de euros, cifra que, a día de hoy, ya se ha duplicado, superando los 41 millones de euros o, lo que es igual, 7.000 millones de las antiguas pesetas: Por todo ello resulta conveniente dar un breve repaso a los aconteceres más relevantes que vivimos por esta remodelación en los últimos meses, entre los que destaca la encuesta realizada a primeros de este año por el PP local y en la que el 95 por ciento de los comerciantes y empresarios con negocios ubicados en el eje Honorio Lozano-Batalla de Bailén-calle Real manifestó que las ventas habían caído estrepitosamente desde el inicio de la obra y valoraba mejor las antiguas plazas de aparcamiento en superficie que las actuales en el subsuelo.
Además, el 82 por ciento de los entrevistados afirmaba que ninguno de sus clientes empleaba los tickets gratuitos del parking y el 93 por ciento sostenía que ninguno de ellos utilizaba el túnel. Pues bien, poco tiempo después, el alcalde, al ser preguntado en el ‘foro’ de Madridiario sobre si volvería a promover esta actuación, dijo: “Sí, porque es una obra de futuro cuyo coste superior obedece al sostenimiento que se tuvo que realizar y que fue finalmente avalado por el Consejo de Estado”.
Lamento decirle, señor González, que en esta ocasión ha vuelto usted a utilizar a este alto tribunal para eludir responsabilidades, cuando todos sabemos que el Ayuntamiento se limitó a hacer una pregunta sobre el sobrecoste de esta obra, cuya respuesta no era siquiera vinculante y que el Consejo de Estado la “toreó” con habilidad, recomendando que se investigara la actuación de los técnicos, algo que no se ha hecho aún a día de hoy, pese a la existencia de un dictamen oficialista que no entra ni por asomo en el fondo del asunto y que algunos ya lo han calificado como una auténtica tomadura de pelo a los vecinos de este municipio, que son los que a fin de cuentas van a tener que pagar esta deuda durante los próximos 40 años. No es lógico que los responsables municipales no sean siquiera capaces de reconocer que la dirección facultativa de esta obra aportó un Proyecto Base, con un estudio geotécnico a todas luces insuficiente (su coste no superó los 2.500 euros), que era imposible de realizar, lo que impidió la correcta finalización de unos trabajos en los que a poco que llueva abundan los charcos, las marcas viales tienen una visibilidad insuficiente, las entradas a los garajes se han hecho en ángulo recto, disponen de un teleindicador que se pasa la mayoría del tiempo parado o una fuente vulgar, cuyo funcionamiento es complicado y de alto coste, mientras el adoquinado cada día esta más deteriorado, es incómodo y además ruidoso. El broche a tanto desatino lo ponen unas aceras de granito completamente sucias. Si a todo esto añadimos que el túnel apenas es utilizado y que el parking está completamente vacío a cualquier hora del día, ¿qué quieren que les diga? Tal vez la respuesta más adecuada a lo que ya tiene evidentes síntomas de enigma fue la que dio el ‘blog’ faraonchurrero el día de su despedida. “La obra, aparte de sus muchas mentiras, ha tenido una mala planificación... o tal vez no. Quizá los mismos firmantes del millonario contrato sabían bien que, una vez abierto el ‘agujero negro’, ya no cabía dar marcha atrás y podían seguir pidiendo más y más dinero mientras manejaban a su antojo el ritmo de las obras tomando como rehénes a los vecinos”.
Pocos días antes de la apertura, el alcalde-promotor de la obra manifestó en su periódico amigo: “Han sido unos meses duros, de impotencia. Sabíamos perfectamente lo que se decía y no podíamos hacer nada; no podíamos abrir el paso subterráneo y el parking sin el informe del Consejo de Estado, y seguían machacando con lo mismo”.
Señor González:a usted, con los años que lleva ya en el cargo (casi 12), le convendría empezar a aceptar de una vez por todas que medios independientes o críticos con su gestión le evalúen día a día, porque me temo que sólo de esta manera se podrá evitar que algunas mayorías absolutas lleguen al total absolutismo, como por desgracia está sucediendo en este municipio.