MARÍA ARIAS Collado Villalba
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Cada tarde-noche suelo salir a pasear con mi bicicleta por el circuito que rodea a la Dehesa municipal de Collado Villalba y me gustaría, en esta carta, denunciar la penosa situación de este espacio natural, cada día más olvidado y degradado. Realizar el circuito por este paraje se convierte en una carrera de obstáculos por la falta de visibilidad y la suciedad existente, que va desde restos de botellones a bolsas de basura, pasando por prendas de ropa olvidadas, etc. He escuchado en muchas ocasiones cómo a los políticos de esta ciudad se les llena la boca hablando de ecología, medio ambiente y de ‘su’ querida Dehesa. Pienso que estas frases sólo las dicen para recabar votos entre aquellos que no conocen este paraje, porque la realidad es muy diferente. Los usuarios de este circuito llevamos años pidiendo que se iluminen estas sendas. No que se instalen farolas, pero sí que se aprovechen las que hay en las carreteras que lo rodean para colocar en las mismas un segundo punto de luz orientado hacia este transitado camino. El tema de la suciedad es otro cantar. Aquí directamente se trata de dejadez de funciones, porque los servicios municipales de limpieza brillan por su ausencia.
No quiero finalizar mi carta sin antes hacer un humilde pronóstico: el alcalde, cualquier domingo de abril, aparecerá en la Dehesa con su familia para disfrutar de una ‘agradable’ comida, en un paraje que habrá sido limpiado previamente a tal fin. No crean que soy una adivina, es que esto sucedió en abril de hace casi cuatro años, coincidiendo con la precampaña electoral, y estoy convencida de que volverá a repetirse.