Editorial

De los contenedores de Batalla de Bailén al apoyo a ‘Trini’: chapuzas, festines y desgobierno en Collado Villalba

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El misterio sobre los contenedores soterrados de Batalla de Bailén encuentra esta semana en las páginas de El Faro del Guadarrama un dato esclarecedor para entender por qué este sistema aún no ha entrado en funcionamiento: la empresa instaladora todavía tiene pendiente el cobro de parte de sus trabajos, hecho que ha trasladado no sólo a la concesionaria, sino también al Ayuntamiento y a la propia empresa del servicio de limpieza, FCC, con el fin de dejar las cosas claras.

No es si no un episodio más dentro del conjunto de chapuzas, errores y despilfarros en esta faraónica obra, que continúa pesando como una losa (y lo seguirá haciendo durante muchos años) sobre las deterioradas arcas municipales. Y todo con el consentimiento e incluso el aval político de un Equipo de Gobierno con nula capacidad de gestión, incapaz de poner orden en el desaguisado, de modo que los perjudicados, como viene ocurriendo desde hace tiempo, son de nuevo los propios vecinos de Collado Villalba. No hace mucho, el alcalde, José Pablo González, presumía de que la localidad incrementaría de forma considerable el número de contenedores soterrados, con el objetivo de tener una ciudad más limpia; promesas que distan mucho de la realidad, puesto que ni se han puesto en funcionamiento en una zona tan sensible como la de Honorio Lozano y Batalla de Bailén (y además, regateando en el número de islas que se instalarían), ni tampoco la ciudad está más limpia, situación que contrasta con la de otros municipios de la comarca donde esté sistema es un hecho desde hace años, lo que demuestra que Villalba, en las dos últimas legislaturas, ha perdido del todo el rango de capital de la Sierra para convertirse en un municipio a la deriva. Pero el regidor y su equipo, tan dados a dar lecciones cuando la situación no les interesa, ahora esconden la cabeza y permiten que la chapuza sume un nuevo capítulo, mientras asesores y concejales socialistas continúan fuera de la realidad, más preocupados de sus festines particulares que de atender las necesidades de los vecinos que, con sus impuestos, permiten que puedan disfrutar mes tras mes, despilfarro tras despilfarro, de unos generosos sueldos. Y el alcalde, entre tanto, más pendiente de salir en la foto pegado a Trinidad Jiménez que de darse una vuelta por los rincones más olvidados de la ciudad que presuntamente gobierna.