INTERINO
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
“Con la cantidad de pelotas que tiene JP a su alrededor (aduladores de conveniencia), me sorprende que haya tenido que recurrir a uno de sus guardaespaldas, cuyo sueldo mensual supera el medio millón de pesetas, para hacer de ‘aguador’ en la procesión de Santiago Apóstol. Al sufrido agente se le vio portando una bolsa llena de botellas de agua mineral destinadas a calmar la sed del fenómeno y la de los miembros de su séquito presentes en el cortejo religioso. Y de ello dan fe las fotos y el testimonio de algunos villalbinos, dice Lobo Cojo. Pero los despropósitos estivales del ilustrísimo no terminan aquí, y ahí está su intrusión en el ‘pitostio’ montado en el PSM, donde ‘tomasistas’ y ‘trinitarios’ mantienen una lucha fratricida, con navajazos y cambios de chaqueta incluidos, para poder elegir al candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid; sainete donde JP también ha dado el cante, sobre todo a la hora de dejar claro su apoyo a Trinidad Jiménez, la candidata de Ferraz. Él solito promovió una campaña en los medios para descalificar a Gómez, su secretario general y compañero de Ejecutiva en el PSM, llegando al extremo de afirmar (El Mundo, 9 de agosto pasado): “Me parece ‘triste’ que Tomás Gómez anteponga sus intereses personales a los del PSOE”. En fin, ¿que más quieren que les diga sobre este socialista de diseño que defiende la sanidad privada, la privatización de los servicios municipales o las grandes áreas comerciales? Me temo que de la catadura política de este ínclito alcalde poco más se puede esperar”.