Discreta segunda novillada nocturna
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El conformismo y la apatía de los tres novilleros que hicieron el paseíllo en Las Ventas este último domingo, Gómez del Pilar, Miguel Cuartero y el debutante Alberto Escobar, fue la nota dominante en un festejo aburrido y plúmbeo. La novillada del Conde de Mayalde, que lidia productos muy buenos, en esta ocasión no terminó de romper. El encierro se vino abajo muy pronto, le faltó poder y raza, y sólo los dos primeros novillos, uno por móvil y otro por noble, estuvieron a la altura de lo esperado.
Gómez del Pilar es un novillero con tanto oficio como ciertas dosis de vulgaridad, con tendencia a pasarse los utreros muy lejos. El inicio de faena a su primero fue lo más notable de un trasteo que fue perdiendo fuerza poco a poco. Marró con el acero y saludó una excesiva ovación.
Miguel Cuartero tampoco aprovechó la nobleza de su primero en un trasteo anodino. Se enteró de la condición de su oponente cuando la faena tocaba casi a su fin.
Por último, al debutante Alberto Escobar se le vio atenazado, abusó de las posturitas y de torear muy poco. Su conformismo fue exagerado y con tantas ventajas, exponer es muy difícil.