¿Caza de brujas?

“El municipio de Collado Villalba sigue apareciendo constantemente en todo lo relacionado con la crisis política de la Comunidad de Madrid tanto por haber sido el Ayuntamiento donde trabajó Enrique Benedicto, uno de los principales protagonistas en la presunta trama, como porque uno de los fundadores del partido creado por Eduardo Tamayo (Nuevo Socialismo) fue concejal de este Ayuntamiento durante la pasada legislatura. De hecho, añadía la información publicada por Diario del Noroeste el día 6 de agosto de 2003, estaba previsto que Benedicto compareciese ayer ante la Comisión de Investigación de la Asamblea, aunque al cierre de este edición ésta aún no se había producido”.


Así, la revista ‘Época’, en su última edición, denuncia que Mariano Álvarez, quien sustituyó a Enrique Benedicto Mamblona en el cargo de asesor de José Pablo González, alcalde de Collado Villalba , “está relacionado como consejero delegado o presidente de alguna o de algunas de las inmobiliarias que dependen de la Fundación Hogar del Empleado, que preside Benedicto: Indocasa, Indorenta, Tres Cantos, Proarca, Indofima e Indoeste”. Sobre este asunto, la revista aseguraba que “estas inmobiliarias presididas por Benedicto firmaron contratos de asesoramiento con una sociedad limitada denominada Camp de Ric, cuyo dueño era el propio Benedicto, por lo que, señala, “cobraba por presidir el consejo de administración de Indocasa y como asesor externo de la misma empresa” [como decíamos la semana pasada, el portavoz del Partido Popular, Antonio Beteta, también le acusó de cobrar su ‘asistencia técnica’ en el Ayuntamiento villalbino a través de esta misma sociedad].

Tampoco Rafael Simancas, amigo y compañero de estudios del alcalde villalbino, pudo evitar ser salpicado con los presuntos negocios inmobiliarios de Enrique Benedicto y así, Diario del Noroeste, en esta misma información incluye las acusaciones vertidas por el PP hacia el por entonces secretario general de la Federación Socialista Madrileña (FSM), imputándole la firma de acuerdos preelectorales destinados a beneficiar a inmobiliarias relacionadas con Benedicto, algo que ha sido posteriormente negado por el propio Partido Socialista”.

Caza de brujas
Mientras ocurría todo esto, la Federación Socialista Madrileña anunciaba la suspensión cautelar de militancia de nueve socialistas villalbinos “a la espera de que se resuelva el expediente sancionador abierto por falta muy grave por sus conductas y actitudes no adecuadas durante la pasada campaña electoral”. Entre los expedientados, todos ellos vinculados a la corriente de Renovadores por la Base, con la que hasta hacia poco tiempo también simpatizaba el propio alcalde, José Pablo González, se encontraban el marido de la ex concejala Tránsito Valdegrama, Vicente Martínez ; la esposa de Ángel Delgado, Milagros González; José Cea Paredes, ex concejal del ayuntamiento y su hijo Juan José Cea; el ex chófer del alcalde, Julio García Barco; Javier Sanz, director del Banco Herrero, José Luis Piñuela y el presidente de la Asociación de Comerciantes y Empresarios, Francisco Velázquez, quien calificó este expediente de “una auténtica caza de brujas”, añadiendo que “aunque tengo que mantenerme al margen de la política para no dañar la imagen de la asociación que represento, tomaré medidas para desenmascarar a la gente que sólo quiere quitarse de encima a las perdonas que pueden molestarle por el simple hecho de tener ideas diferentes a las suyas”.

Precisamente la diputada socialista Ruth Porta, esposa de Enrique Benedicto, manifestó en la Comisión de Investigación de la Asamblea que le parecía lógico que estas perdonas fueran expulsadas del partido por haberse significado en la campaña electoral a favor del grupo independiente ADEI y en contra del PSOE.