Opinión

El fútbol como predicador

EL KIOSCO

M. Molares

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Se comenta que la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) está disgustada con los jugadores del Mundial que hacen gestos de religiosidad en el campo y, siendo este deporte válido para todas las creencias, está resultando más eficaz como predicador del cristianismo que cualquier misionero.

Ningún equipo que evoque a Alá y Mahoma está entre los cuatro mejores, que son de países cristianos y que tienen jugadores como Villa, cuya patrona, la Santina es islamofóbica: ayudó a don Pelayo a vencer a los caldeos de Covadonga, en 722, haciendo rebotar las flechas de los sarracenos, de manera que los mataba. Una carta enviada la semana pasada al director de un periódico nacional contaba que la madre del jugador asturiano acudió a Covadonga a rezar por él y le envió al móvil unas foto de la Santina, lo que explica el milagro de sus rebotes. El problema que plantea la fe aplicada al fútbol es que no sólo Alá parezca menos Dios que el de los cristianos, sino que los mismos cristianos podrían tener distinto Dios. Villa tendrá mucha fe, pero Kaká, tan cristiano que quiere ser misionero cuando deje el fútbol, se ha quedado de ídolo de piedra al ver que sus oraciones no eran escuchadas y que Brasil quedaba eliminada por Holanda. A la fase final, antesala del cuadro de honor (oro, plata y bronce), llegaron dos países de tradición católica y dos más bien protestantes, pero a la vez cristianos.
¿A cual de ellos le echará la manita Dios para que se convierta en el nuevo y flamante campeón del Mundo, o lo castigará con un penalty injusto? En horas saldremos de dudas.