La presidenta regional, Esperanza Aguirre, visitó los trabajos del nuevo centro situado en Majadahonda
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Con la estructura levantada y todas las instalaciones, recogidas en un edificio específico, iniciadas, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, visitó esta semana las obras del futuro hospital Puerta de Hierro, en Majadahonda, unos trabajos que comenzaron en mayo de 2005 y está previsto que finalicen en noviembre de 2007. El nuevo centro sanitario, que sustituirá al que ahora funciona en la calle de San Martín de Porres de la capital, por sus dimensiones (el mayor de los ocho que está construyendo la Comunidad), capacidad asistencial, medios técnicos y dotación profesional, “va camino de convertirse en el hospital de referencia más moderno de los que se están construyendo no sólo en España, sino también en Europa”, aseguró la jefa del Ejecutivo autonómico. Aguirre se adentró en una habitación piloto, equipada con sofá cama, sillón extensible y televisión de pantalla plana, y se mostró satisfecha del ritmo al que avanzan los trabajos.
El hospital, situado cerca de las carreteras A-6, M-40 y M-50, además de disponer de una red integral de transporte público, tendrá una superficie construida de 172.263 metros cuadrados y 878 camas (794 de hospitalización y 84 de internamiento de día), 380 más que el actual. Además, podrá ampliar sus camas (120 más) y edificabilidad (un 20 por ciento) en función de la demanda de servicios hospitalarios. Dotado de helipuerto, contará con la tecnología diagnóstica más avanzada para atender a una población de 540.000 habitantes de los distritos de Moncloa-Aravaca, Casa de Campo, Ciudad Universitaria y varios municipios más del área metropolitana noroeste de Madrid y de la Sierra de Guadarrama.
La inversión en el proyecto alcanza los 182,8 millones de euros, cifra a la que habrá que sumar los 40 millones de euros que la Comunidad de Madrid pagará anualmente a la empresa concesionaria en concepto de “funcionamiento”, apuntó la presidenta. La fórmula de concesión, que estará en vigor por un periodo de 30 años, implica que la prestación de los servicios médico sanitarios y las actividades de diagnóstico seguirán siendo responsabilidad de la Administración pública, mientras que los servicios no sanitarios se transfieren a la sociedad concesionaria que ha ganado el concurso. Esta infraestructura tendrá unidades de Cirugía, Pediatría, Medicina Interna, Urgencias, Rehabilitación, Cardiología y Gastroenterología. En el bloque quirúrgico se ubicarán Urología, Traumatología, Otorrinolaringología, Oftalmología, Obstetricia, Ginecología, Cirugía General y Anestesia. Quedarán integrados en Servicios Centrales las unidades de Farmacología Hospitalaria, Radiodiagnóstico, Bioquímica, Microbiología y Anatomía Patológica. Por otro lado, el centro sanitario dispondrá de zona de investigación médica, aulas de docencia, biblioteca, guardería y aparcamientos subterráneo y en superficie que sumarán unas 3.000 plazas.
Por su parte, el alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá (PP), recordó que el Ayuntamiento decidió “hace más de una década” ceder la parcela destinada a este proyecto y agradeció a Aguirre el “impulso” dado por su Gobierno a la construcción de este hospital, que “mejorará la calidad de vida” de los usuarios no sólo desde la perspectiva “asistencial”, sino también por la “proximidad” de sus instalaciones.
Sin embargo, el Partido Socialista puso en duda que la dotación sanitaria esté en funcionamiento para noviembre de 2007, al advertir que un centro hospitalario “está abierto cuando los enfermos son atendidos, y no cuando terminan las obras”. El portavoz socialista de Sanidad en la Asamblea de Madrid, Lucas Fernández, acusó a la Consejería de Sanidad y Consumo de no estar “haciendo absolutamente nada” para cubrir las necesidades de personal y medios que requiere el proyecto, y consideró que “se han olvidado de la asistencia ambulatoria, que será un desastre cuando el hospital abra sus puertas y tenga que atender a más de medio millón de personas del área sanitaria”, fruto de “la total falta de previsión”. El parlamentario socialista también criticó el modelo concesional elegido para construir los nuevos hospitales, pues con ello “resultarán más caros y restarán aún más recursos económicos de los pocos de los que dispone la sanidad pública”.