El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El maestro Enrique Ponce fue el único que dio argumentos al festival taurino con picadores que se celebró en la plaza de toros cubierta de Moralzarzal el pasado sábado, 12 de junio, a beneficio de la Fundación Frascuelo de Bronce.
El valenciano dejó una faena plena de maestría y con momentos de mucha elegancia y sentido, ante un novillo de Zalduendo tan noble como almibarado y justo de fuerzas. Tras una estocada, paseó dos orejas.
La mala noticia de este festejo fue la floja asistencia de espectadores: no más de 1.000 personas. Posiblemente la fecha no fuera la más adecuada. En el apartado artístico, se cortaron pocos trofeos. Finito de Córdoba toreó muy bien de capa, pero luego no se supo entender ante un encastado novillo de Fuente Ymbro. El Tato puso tesón ante un utrero de Juan Albarrán que no funcionó y fue remiso a seguir los engaños. Saludó una ovación desde el tercio.
El Fundi fue el diestro encargado de sustituir a El Juli, que esa tarde hacía el paseíllo en Las Ventas. Se las vio con un animal de Toros de Táliga que transmitió poco, al igual que la discreta faena del torero madrileño.
Curro Díaz pudo hacer muy poco ante un ejemplar del Toril que no se lo puso nada fácil.
En cuanto a los novilleros, Adolfo Ramos dejó apuntes ante un manejable utrero de Pérez Villena.
El novillero de la escuela taurina local Víctor Álvarez estuvo decidido en los tres tercios y consiguió arrancar una oreja ante un buen eral de Carmen Segovia.
El festejo estuvo a punto de ser suspendido por la mañana. Los festivales han perdido su carácter benéfico en la mayoría de los casos y los gastos generales de los matadores son muy elevados si una empresa quiere contratar a matadores de cierto nivel.