Entretenido festejo en El Escorial, con lluvia de orejas para los espadas

Entretenido resultó el festival taurino con picadores celebrado el pasado viernes 11 de junio en la localidad serrana del Escorial con motivo de la festividad de San Bernabé.

Se lidiaron cinco utreros de La Laguna, correctamente presentados y de diferente comportamiento. Destacó el excelente segundo y la movilidad sin ritmo del quinto. Los hubo nobles y manejables, pero con las fuerzas muy justas.

El festival se abrió con el jerezano Juan José Padilla, que manejó con prestancia el capote y dejó buenos pares de banderillas, siendo prendido y volteado por un exceso de confianza. El noble y bonito utrero de Mayoral sirvió para realizar una faena entregada y entusiasta que le valió para cortar las dos primeras orejas.

El mejor novillo del festejo, por tipo y juego, correspondió a Matías Tejela. El torero, con sus habituales prisas, no acabó de entender del todo a su oponente y el trasteo navegó entre dos aguas. Un espadazo final y la generosidad del público ayudaron a pasear otras dos orejas. El mismo balance que sumó Javier Cortés, que se apretó mucho con un novillo con poca energía y que acabó parado. El final de faena fue vibrante y cobró una buena estocada.

El novillero Arturo Saldívar dejó los mejores pasajes. El mexicano está todavía en proceso de recuperar el sitio tras la grave cornada del pasado año, pero en el Escorial dio un pasito para lograrlo. Con un novillo que se movió y repitió mucho y bien, dentro de una faena irregular, hubo momentos de toreo despacioso y haciendo las cosas con buen estilo. Poco se le puede excusar de sus repetidos fallos con la espada.

Finalmente, al novillero Adolfo Ramos se le vio todavía muy verde y le faltó conectar con el público, con un utrero que se dejó. Hubo dos tercios de entrada.