El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Desde luego que el problema no es nuevo, pero los atascos que se han producido esta semana en Villalba, especialmente a última hora de la tarde, han colmado la paciencia de muchos vecinos. A las molestias por las obras de la A-6 se han unido los cortes en la rotonda de La Masía y la M-620, las obras en la zona de Los Valles y los desvíos como consecuencia de la mejora del asfaltado en la carretera que une el polígono industrial P-29 con Galapagar.
Resultado: un caos total como no se recordaba en años, lo que es mucho decir en una ciudad demasiado acostumbrada a los problemas circulatorios. Que las obras son, en muchos casos, inevitables es verdad, pero no es menos cierto que para evitar en lo posible las molestias está la gestión de los políticos. Algún conductor despistado ha podido pensar en algún momento que estaba en pleno centro de Madrid o intentando sobrevivir en la M-30, pero se encontraba simplemente atravesando el polígono, en la avenida Juan Carlos I, intentando acceder a Batalla de Bailén o buscando un atajo imposible para llegar por fin a su casa. Hace meses, el líder del PSOE madrileño, Rafael Simancas, exigía a las distintas administraciones, y especialmente al Ayuntamiento de la capital, una mayor coordinación a la hora de ejecutar las distintas obras en marcha, de modo que no coincidieran en el tiempo actuaciones de envergadura. Lo mismo cabría pedir ahora a los responsables municipales de Collado Villalba, a los que parece que los atascos han pillado de sorpresa. No se trata únicamente de que los agentes de la Policía Local regulen el tráfico, sino que la Concejalía de Circulación debería haber informado a los vecinos con más eficacia acerca de estos cortes y desvíos y de los posibles trayectos alternativos para evitar lo que en muchos casos ha sido una trampa para los conductores. La próxima semana habrá nuevos cortes, aunque esperemos que esta vez el Ejecutivo presidido por el socialista José Pablo González haya tomado buena nota del malestar de los vecinos y evite que se repitan los monumentales atascos que los días pasados han colapsado el centro de de Villalba. En todo caso, se avecinan malos tiempos para la circulación, puesto que los trabajos en la A-6 están lejos de terminar y la proyectada construcción de un túnel en Honorio Lozano sólo hace presagiar que el tránsito por el centro no vaya a ser precisamente lo más indicado para calmar los nervios.