El Torrelodones vende cara la fiesta del ascenso del Pozuelo (0-2)

El Torrelodones actual no aguanta una velocidad de crucero los 90 minutos, pero su primera media hora se hace temer. La sufrió el Pozuelo, que se jugaba el ascenso en el Julián Ariza y, antes de celebrarlo con el 0-2 final, se llevó varios sustos de impresión. El Torrelodones empezó con la verticalidad acostumbrada, con Tintó al mando y mucha movilidad con caída a banda de Javi Martín y Lumbreras. Esa versatilidad acentuó los nervios del segundo clasificado, que aguantó el arreón gracias a dos buenas intervenciones de Salva en sendos mano a mano con Lumbreras y Martín. Pasada la media hora, el umbral en el que a los de Pepe Díaz se les enciende el piloto de la gasolina, el Pozuelo encontró la pelota y, con ella, su habitual pegada. Dimas halló un espacio entre líneas para habilitar con maestría a Peque y el pequeño 11 visitante fusiló a placer a Dani. Era el minuto 35, y el gol cambió el guión. Tras el descanso, apareció el Pozuelo cómodo, sin dejarse intimidar por los arreones serranos. Bajo los efectos del calor, el partido fue bajando su intensidad hasta que, de nuevo Peque, explotó su velocidad en una diagonal hacia el área partiendo desde la banda izquierda para servir en bandeja a Alberto Losa el definitivo 0-2. Luego, la fiesta del ascenso se desató en el vestuario pozuelero, donde el técnico Chema Ramos fue bañado en cava y el presidente, Isaac Cardoso, asistió a la escena con la serenidad habitual de quien lleva más de 30 años viendo de todo en el fútbol. En el otro lado, Pepe Díaz alentaba a los suyos para, al menos, despedir la temporada del debut en Preferente con una victoria en la última jornada. Un triunfo que ya lleva nueve semanas sin llevar la firma blanquiazul.

El Pozuelo acompañará a Las Rozas a Tercera División y el Coslada afrontará la última jornada como mejor tercero de Preferente, pero ahora sólo con un punto de ventaja. Ganó el Villaviciosa y los cosladeños cayeron en casa ante el ya campeón Las Rozas.