Opinión

Guadarrama se desmarca - El Escorial en litigio

Luces y sombras

Manuel J. Ortega

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Rectificar es de sabios y el alcalde de Guadarrama, José Ignacio Fernández Rubio, lo ha hecho al menos en dos ocasiones en los últimos meses. Primero, con la redacción definitiva de la primera fase del PGOU, al reducir en un 30 por ciento el número de viviendas que contemplaba (4.000) la aprobación del proyecto inicial y que ahora, en la propuesta definitiva del nuevo planeamiento urbanístico que, previa exposición pública, será remitido a la Comunidad de Madrid, ha quedado -sumando ambas fases- limitada a 2.200, una cifra que permitirá el crecimiento moderado de un municipio que, según todas las previsiones, no superará en los próximos años los 20.000 habitantes.

La segunda rectificación de Fernández Rubio está relacionada con la construcción de la nueva plaza de toros, multifuncional y cubierta. O al menos eso se desprende de las afirmaciones realizadas por la primera autoridad local en la rueda de prensa celebrada el pasado lunes, donde aseguró que las futuras instalaciones taurinas serían construidas por el Ayuntamiento, financiadas por la tesorería local y dirigidas-administradas por el propio Consistorio. Es decir, algo similar a lo que hizo Moralzarzal, lo que corta de raíz cualquier planteamiento de carácter especulativo en favor de la empresa privada. Y esto precisamente se contradice con lo que anunciaba el diario El País, en el suplemento Propiedades de fecha 7 de julio pasado, donde se afirmaba que: “La demolición de esta plaza (se refiere a la antigua), va a dejar paso a una zona de equipamientos públicos con un aparcamiento subterráneo y un centro de salud. Para la nueva plaza, el Ayuntamiento ha firmado un convenio con la inmobiliaria Urbasevi (la propietaria de la finca Los Pradillos) para llevar a cabo el nuevo espacio polifuncional -apto no sólo para las corridas (de toros), en línea con La Cubierta de Leganés- que disponga, además, de superficies comerciales y de ocio, cuya venta cubriría la totalidad de la inversión”.

Pues bien, la aclaración por parte del responsable del Consistorio serrano descarta cualquier tipo de suspicacias y zanja la posibilidad de poner en tela de juicio la actuación de un Ejecutivo que, en los últimos años, está demostrando una gran capacidad de gestión y, sobre todo, de transparencia para sus convecinos.

PP, FORO PROGRESISTA Y LA ALCALDÍA DE EL ESCORIAL.-Con la designación por parte del Partido Popular de Antonio Vicente Rubio como candidato a la alcaldía de El Escorial en las elecciones que se celebrarán el próximo año, ahora le toca mover ficha a los partidos progresistas de la localidad (PSOE e IU), ya que tras más de tres años al frente del Gobierno local tras la coalición pactada previamente a la celebración de los comicios celebrados en el año 2003, el denominado Foro Progresista no parece atravesar por su mejor momento, de ahí que socialistas y responsables de Izquierda Unida intenten estos días deshojar la margarita para ver qué decisión deben tomar tras la reanudación del curso político. Fernando Figueroa, coordinador de esta coalición en la Sierra, ha dicho que “aún no hay nada decidido y continuamos negociando con PSM-PSOE”, y los responsables del Partido Socialista de momento no se han pronunciado. El tema es objeto también de debate en el seno de las tertulias políticas de la localidad, donde se dice que el descabezamiento de los dos partidos de izquierdas tras cuatro años de gestión conjunta les va a obligar a volver a ir de la mano, bien como Foro Progresista, bien a través de una coalición postelectoral. Dicen que es la única posibilidad que les queda para volver a gobernar el Ayuntamiento de El Escorial tras la apuesta unánime de los populares a la hora de refrendar la candidatura de Antonio Vicente a la alcaldía de La Villa. Es más, Ignacio Echeverría, presidente de la gestora designada para cerrar la crisis de los conservadores tras la dimisión de Javier de Miguel, ha afirmado: “La gestora seguirá en activo hasta que se celebren las elecciones, porque así podremos trabajar para nuestro candidato”.

Es decir, que todos parecen dispuestos a formar una piña para llevar en volandas a su cabeza de lista hasta el sillón de la Alcaldía, una Alcaldía que perdieron más por los enfrentamientos internos habidos en su sede local, que por la mejor o peor gestión política de los por entonces componentes del Equipo de Gobierno.