Collado Villalba

Denuncia al alcalde por ‘acoso moral’

El alcalde, José Pablo González, jurando el cargo en 1999

(XV).- repaso a una década de gobierno socialista (1999-2009)

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El día 7 de mayo de 2003, Julio García Barco, hasta entonces chófer oficial de José Pablo González, alcalde de Collado Villalba, presentó un escrito en el registro municipal dirigido al director del Área de Personal, denunciando una serie de hechos que él consideraba podrían ser constitutivos de un delito de “acoso moral en el trabajo”.


En la edición de fecha 15 de mayo de 2003, Diario del Noroeste decía en relación a este asunto: “Según se desprende del contenido de dicho escrito de denuncia, el trato vejatorio al que García Barco dice ser sometido por el alcalde, se inicia a raíz del enfrentamiento verbal protagonizado por la edil socialista Tránsito Valdegrama y José Pablo González en el receso de un pleno, por el hecho de no respaldar el conductor la versión dada al respecto por el regidor. Entre los hechos denunciados por el chófer destacabala orden dada por el alcalde para que fuesen cambiadas las cerraduras de las dependencias de la Alcaldía, impidiéndole así la estancia de éste en esa zona”. Julio García Barco añade en su escrito que el regidor “ha dado órdenes para que las personas de su entorno me hablen lo menos posible, y al mismo tiempo prescinde de mis servicios, suplantando mis funciones en un vehículo equipado con dispositivos especiales contra ataques terroristas, como consta en la Dirección General de la Guardia Civil, donde yo aparezco como único conductor”.

El denunciante prosigue señalando que “estos hechos atentan contra la dignidad de las personas, su integridad, la libertad de pensamiento, expresión e información”, lo que le ha ocasionado una actitud de desconfianza y de miedo, así como de sumisión plena a su superior.

Trastorno narcisista
Julio García Barco achacaba la actitud de José Pablo González “ a un comportamiento psicopático y trastorno narcisista de su personalidad”, añadiendo que actualmente se encontraba de baja laboral tras haber sido sometido “a un proceso de aniquilación y destrucción profesional”. El escrito lo finaliza advirtiendo que no descartaba solicitar la intervención de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.

La noticia de este enfrentamiento entre empleado y alcalde, ambos militantes del mismo partido (PSOE) y que, al parecer, mantenían unas magníficas relaciones laborales, sorprendió a muchos villalbinos pero no a los más próximos, concretamente a los que conocían que no era oro todo lo que relucía y estaban ya al tanto del deterioro de estas relaciones en los últimos meses. Tanto es así que llegó incluso a trascender entre los empleados municipales algunas de las quejas de Julio García, quien llegó a asegurar que se le exigía cargar y descargar las bolsas de la compra, sacar la basura de la casa del alcalde a la calle o llevar al perrito de su esposa en el coche oficial, entre otras.

El Faro del Guadarrama ha podido saber que este contencioso finalizó en los tribunales que, ante la falta de pruebas que demostraran la existencia de un delito de acoso laboral por parte del alcalde, optaron por fallar en favor de José Pablo González. García Barco, después de un largo periodo de baja por enfermedad, retornó a su antiguo puesto de conserje en un centro público villalbino, del que posteriormente pasó al Centro de Educación de Adultos donde, al parecer, sigue actualmente prestando sus servicios en periodo de prejubilación..