Opinión

Un presidente inmaduro

EL KIOSCO

J. Alarcón

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Mi madre nos solía decir: “Hay que tener amigos hasta en el infierno”. Y añadía: “Lo importante en esta vida es llevarse bien con todos”. Debo aclarar que mis padres eran comerciantes, además de agricultores. Con ambas actividades se entenderá que predicaran con el ejemplo y que se llevaran bien con los paisanos del pueblo. Pienso que hoy mi madre hubiera sido un excelente ejemplo en esta España de increíbles desencuentros y diferencias ideológicas.

En honor a la verdad, hay que señalar un culpable máximo de lo que viene sucediendo, que no es otro que el Gobierno que preside Rodríguez Zapatero y la errónea política de enfrentamientos que en los últimos tiempos está llevando a cabo, y los mejores ejemplos son los Estatutos de Cataluña y Castilla-La Mancha, esos que él animó y empujó personalmente. Además, la Memoria Histórica y el aborto son levadura de divisiones y disgustos generalizados. Y podríamos seguir. Se temía hace años que el presidente del Gobierno no tuviera madurez suficiente para llevar las riendas de un gran país como España, y aunque a veces haya dado otra impresión, los hechos confirman la inmadurez que por entonces ya se presagiaba y que ahora estamos sufriendo. Tendrá alguna virtud, pero es obvio que no ha podido tapar su carácter personalista, excluyente y soberbio. Los ministros no deciden sin consultar a la superioridad. Si no, o se van o pueden ser cesados. La marcha del ministro de Economía, Pedro Solbes, ofrecía la posibilidad de utilizar bien los dineros públicos, pero la ministra Salgado ha multiplicado los problemas por mil. Con estas formas de gobernar es imposible que nos podamos llevar bien Y esto, claro está, lo digo con todos los respetos hacia mi madre.