Opinión

La economía decidirá

EL MIRADOR

POR: A. Villagómez

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
No hay dudas: la economía es el primero de nuestros problemas. La muy mala salud económica se manifiesta en la gravedad del dato estadístico que apunta, según los sindicatos, hacia los cinco millones de desempleados. Ante este desolador panorama, el Gobierno de la Nación no parece dispuesto a abordar las dos reformas más necesarias y urgentes: una reforma financiera y otra laboral. Respecto a ésta, es claro que la tutela judicial de los despidos es un mecanismo que protege los derechos de los trabajadores. Sin embargo, durante esta crisis hemos podido comprobar que la mayoría de los despidos han sido tramitados como improcedentes y por acuerdo entre las partes. Es decir, los empresarios han preferido ponerse la venda antes que recibir la herida judicial, y con ello el despido se ha convertido en libre, aunque caro.


Keynes lo explicó claramente: el paro se origina primordialmente por una insuficiencia de inversión. Ahora bien, sin confianza en el futuro no hay inversión real y el desempleo seguirá siendo muy elevado. ‘La economía, estúpido’ (“the economy, stupid”) fue la frase que ideó un asesor del ex presidente Bill Clinton para que el candidato demócrata, que resultaría vencedor en las elecciones de 1992, se centrase en la vida cotidiana y las necesidades de los ciudadanos americanos. Y con toda probabilidad, también serán aquí los asuntos económicos los que decidirán las próximas elecciones generales: con un presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, cada vez más confundido entre una legitimidad que, en efecto, se mide por el número de votos que eligen a un gobernante, y su capacidad, que se mide por las acciones que ejecuta.