EL MIRADOR
Por: M. Molares
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Ahora que las monjas de los colegios pretenden cambiar sus hábitos por grisácea ropa común, comienzan a llegar las chicas musulmanas con velo, prenda cuyo uso piensa regular el Gobierno en su próxima Ley de Libertad Religiosa, que portará la peor respuesta posible como es habitual en toda novedad apadrinada por Zapatero. Las monjas, al fin, son profesionales del hábito y ninguna chica se viste como ellas si no es en carnavales. Las musulmanas no son profesionales de la religión, sino muchachas que exhiben sumisión a Alá, pero también al macho: sus hombres no llevan aditamentos que señalen similar acatamiento. Los colegios españoles que prohíben a sus alumnos cubrir las cabezas están siendo obligados a admitir a las musulmanas con sus ‘hábitos’, sin que la ministra Bibi Aído exija a los muchachos mahometanos llevar caperuzas equivalentes.
Pues bien, dado que ha comenzado a aceptarse el uniforme religioso islámico en escuelas e institutos, es lógico exigir que se permita a los estudiantes llevar lo que señalan sus aficiones o creencias. Y si queremos multiculturalismo, es tiempo de proponer ideas para convertir los colegios en coloridos azafranes para Hare Krishnas, Hare, Hare. Ejemplo: hay muchos jóvenes cuya religión es la música. Debe permitirse que los chicos vistan de Falete y las chicas de Lady Gaga. Los latinos de Pachamama y de Kings; los protestantes podrán llevar una Biblia como birrete y los católicos también podrán cargar mochilas en forma de cruz. Y quede constancia de que la SGAE no podrá demandar derechos de autor por estas ideas. El comentarista se las cede gratuitamente a Zapatero-Aído y a su Alianza de Civilizaciones