Cartas al Director

• Críticas a una edil de Collado Villalba

CGT-Villalba (cgtvillalba.blogspot.com)

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Desde la llegada de la democracia a nuestro país, todos los partidos políticos sin excepción reconocen la actividad sindical como un elemento clave, tanto para proteger a los trabajadores de sus patronos y del Estado (o de cualquier abuso), así como para organizar la vida productiva y administrativa de la sociedad moderna.

Como toda regla tiene su excepción, una concejala del Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Collado Villalba, además de cuestionar en el último pleno municipal este principio, se ha permitido la fea licencia (con sus acostumbradas malas formas mostradas en sus intervenciones plenarias) de llamar vagos a los representantes de los trabajadores liberados de sus labores profesionales para dedicarse por completo a la actividad sindical.

Aunque nuestro sindicato no tiene personas liberadas en este Ayuntamiento (existen dos en UGT y una en CC OO), dicha declaración nos parece más propia de un grupo neofascista que de un partido cuyas siglas incluyen el término obrero. Máxime cuando creemos que ha sido el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) protagonista de tales deliberaciones.

En el transcurso del citado pleno, esta edil también se concedió la licencia de justificar la privatización de servicios públicos deportivos, al tener las empresas externas contratadas la ‘calidad’ que, según ella, debe faltarles a los trabajadores municipales. En dicha justificación la citada concejala obvió añadir lo que suponemos jugó un papel decisivo a la hora de elegir los servicios externos a contratar con el dinero de todos los vecinos de Collado Villalba, su plano personal, ya que tiene personas de su familiar entorno trabajando en dichas empresas.

Seguramente, solicitar la destitución de esta concejala sea tan estéril como reivindicar la formación humana, cultural y política exigible a un cargo público de este municipio, y por ello hemos optado simplemente por darle un poquito de ritmo a la presentación de tan cuarteleras declaraciones. (Este comentario, titulado ‘Aquella que brilla como una rosa’, va acompañado de un curioso y jocoso montaje musical).