Ataque a la democracia

Marcello Pera es senador de la República italiana. No es católico, pero sí tiene sentido común, y la inteligencia despierta para poder advertir qué es lo que hay detrás de los sucesivos y recientes ataques contra el Papa Benedicto XVI, en particular, y la Iglesia Católica, en general. Y como es un hombre honrado, va y escribe una carta al director del diario italiano Corriere della Sera, en la que denuncia que estos ataques, en el fondo, no son solamente contra el Papa o contra la Iglesia Católica, sino contra la democracia, a la que ponen en peligro cierto de desaparecer en Europa.

Podría parecer una exageración o una manía del senador Marcello Pera, hombre experimentado y que conoce bien lo que para Europa significaron y supusieron de negación de la libertad del ciudadano y de auténtico terror y persecución contra la Iglesia dos experiencias político-sociales totalitarias y sectarias: el comunismo y el nazismo, y por eso puede afirmar que esta guerra -la del laicismo europeo contra el cristianismo- es una verdadera batalla campal, con medios distintos, pero con el mismo fin: la destrucción de la religión. Entonces -dice el senador italiano- “Europa pagó a esta furia destructora el precio de la propia libertad... Es increíble que, sobre todo Alemania, mientras se golpea el pecho por el recuerdo de aquel precio que ella infligió a toda Europa, hoy, que ha vuelto a ser democrática, olvide y no comprenda que la misma democracia se perdería si se aniquilase el cristianismo”. Y arremete contra aquellos católicos que, sea cual fuese su situación dentro de la Iglesia, piensan ingenuamente que es hora de contemporizar en lugar de seguir defendiendo la vida, los derechos humanos, la libertad, la familia...