El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La consejera de Familia y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Engracia Hidalgo, señaló ayer en declaraciones en El Círculo a primera hora (Telemadrid) que los trabajadores del centro de menores de Galapagar se encuentran “totalmente desolados” por las denuncias de de malos tratos realizadas por dos jóvenes.
“Lo único que hizo el Defensor del Pueblo fue un requerimiento de información adicional”, aseguró Hidalgo, añadiendo que, tras las distintas inspecciones realizadas, “nunca se ha puesto de manifiesto violación alguna de derechos y ninguna de las instituciones que ha ido ha detectado nada”.
La consejera indicó que en este centro se atienden a 22 niños con trastornos mentales, con los que están trabajando psiquiatras, enfermeras, psicólogos, pedagogos y educadores, hasta completar un total de 29 profesionales. “Hay veces que hay que aplicar ciertos procedimientos, siempre prescritos y con el seguimiento de psiquiatras, con niños que pueden autolesionarse o que tienen problemas de agresividad”, señaló Hidalgo, quien también dijo que, en cualquier caso, “son sistemas homologados que se utilizan en todas las comunidades autónomas siempre y cuando hay una prescripción medica, además de unos protocolos perfectamente establecidos”.
También sobre este tema se pronunció el pasado sábado el secretario general del PSM, Tomás Gómez, en su visita a Galapagar, afirmando que “lo que debería hacer Esperanza Aguirre es estar atenta a instalaciones de las que es responsable y que son de su competencia”, como dicho centro, “y no inspeccionar la Universidad Complutense en esa campaña de acoso que tiene para intentar desalojar del rectorado a Carlos Berzosa”. “Aguirre debería dedicarse a sus tareas y obligaciones en temas tan delicados como son precisamente los centros de menores, porque ya no es el primer caso que ocurre en esta comunidad”, añadió.