Opinión

Los detenidos por error

EL MIRADOR

Por: José L. Gómez

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Ashif Iqbal fue uno de los británicos detenidos en Afganistán confundido con terroristas talibanes y trasladado a Guantánamo. En Perú, un alcalde avaló la detención irregular de cuatro ciclistas en Larcomar confundidos con delincuentes. Una familia uruguaya denunció en Barcelona a los Mossos por arrestarlos al ser confundidos con unos atracadores. El tres veces candidato presidencial mexicano Cuauhtémoc Cárdenas y su comitiva fueron capturados entre los límites de Jalisco y Michoacan al ser confundidos con un grupo de delincuentes. En Menorca, un hombre estuvo detenido 22 horas en comisaría al pensar la Policía que era un mafioso italiano. Cuatro miembros de una familia mexicana fueron también confundidos con sicarios, detenidos por error y liberados 12 horas más tarde con un simple “usted disculpe”.


El pasado sábado, cinco bomberos catalanes fueron confundidos por la Policía francesa por miembros de ETA. Su caso no constituye, pues, ninguna novedad, pero la verdad es que siempre impone conocer situaciones así. Y, sobre todo, da escalofríos pensar en todos los casos que habrá en el mundo donde la confusión se instala en el tiempo.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha asumido como propio el fallo francés, en un fino gesto político que prueba su veteranía en estos menesteres. En juego está nada menos que la cooperación gala en la lucha contra ETA. Ahora bien, aún sin magnificar el error policial francés, en plena investigación de la muerte del gendarme Jean-Serge Nèrin en un tiroteo en Villiers-en-Bière con un grupo de terroristas vascos, tampoco se trata de minimizarlo, sino de extraer conclusiones. También en la prensa