Collado Villalba

Juan, o el drama de vivir bajo un puente

LA CRISIS HA DEJADO MUCHAS VÍCTIMAS Y ESTE CIUDADANO ES UN EXPONENTE DE ELLAS

Este madrileño de 40 años trabajó durante tiempo en el sector de la construcción y ahora sobrevive con las ayudas de algunos vecinos y de las ONG’s de la comarca

Arancha Ortega | Miércoles 22 de octubre de 2014
Juan no quiere ser fotografiado, ni que su verdadero nombre salga en los medios, pero sí que los vecinos conozcan este otro lado de la crisis, los auténticos dramas humanos que se viven cada día en nuestro entorno, sin que nos fijemos en sus protagonistas.

Este madrileño de 40 años lleva semanas sobreviviendo como puede, con lo que le dan organizaciones como Cáritas y también algunos vecinos, durmiendo bajo uno de los puentes de la localidad, aunque prefiere que no especifiquemos cuál porque tiene “mucho miedo a que me echen de aquí, o a que le digan a mis padres que no tengo donde caerme muerto; mi madre se moriría”.

Le preguntamos si las autoridades municipales tenían conocimiento de su situación y dijo que creía que sí, porque “hay otro grupo de vagabundos en la zona y les he visto hablar con la Policía”.

Juan explica que su situación ha llegado a este extremo porque gastó “más de lo que debía”. Durante muchos años trabajó en la construcción, llegando a ser encargado de obra. “Como capataz me ocupaba de supervisar el trabajo de otros y hoy no tengo nada para comer”, sentencia. Hace tres años se quedó sin trabajo, fue una de las primeras víctimas de la crisis, y poco más tarde el banco se quedó con su coche y luego con su vivienda.
“¿Qué si tengo miedo? ¿a qué? ya no tengo nada que perder. Dormir aquí es incómodo, la humedad es insoportable y hace frío, pero al menos este pueblo es tranquilo”, señala.

Desgraciadamente, la situación de Juan no es única. Miles de personas se encuentran en España en la misma situación y las ONG’s y Servicios Sociales se ven superados.

En Collado Villalba, esté área cuenta con un presupuesto superior al millón de euros, cantidad financiada por las tres administraciones (Estado, Comunidad y Ayuntamiento). Durante 2009 han atendido 7.364 casos y se han abierto más de 800 nuevos expedientes. La concejala de Servicios Sociales, Amparo Ortiz, ha relatado que el perfil mayoritario de las personas que piden ayuda o asesoramiento a los trabajadores de este servicio son mujeres solteras y que se suelen tratar temas relacionados con la familia, grupos de necesidad y personas mayores. Durante 2008 se atendieron más de 70 peticiones para la renta mínima de inserción (otorgadas por la Comunidad de Madrid). Y en el último año se han duplicado, ya que se han remitido más de 130.

Ortiz relata que su área “no es un dispensario de alimentos, nosotros intentamos sacar a estas personas de la exclusión social”.

Tras preguntarle si conocía el caso de algún sin-techo en Collado Villalba, la concejala aseguró que “no” y que si “esporádicamente” hubiese alguno pernoctando en la localidad, “los agentes de la Policía Local han de llamar al SAMUR-social, que es el encargado de llevarlos a alguno de los albergues de la Comunidad de Madrid”.

Pero en realidad el SAMUR-social sólo tiene competencias en Madrid capital y en Aravaca. Los responsables municipales deberían llamar al 112 o al teléfono 91 591 98 54, que es donde se atienden los casos del resto de municipios de la región.

Para la concejala del Partido Popular responsable del área social, Mariola Vargas, los datos no cuadran. “Si tenemos en cuenta que las organizaciones y entidades benéficas de Collado Villalba están desbordadas, algo no funciona en Servicios Sociales, porque hace pocas semanas se hizo público en un pleno que las demandas habían disminuido en los últimos años”.

Efectivamente, organizaciones como Cáritas, Aldeas Infantiles, Cruz Roja, asociación RETO o César Vallejo, e iglesias como la evangélica están sobrepasadas por la demanda de ayuda. De hecho, ya durante el año pasado el comedor social de RETO duplicó los turnos de comida, y ante la iglesia evangélica del P-29 cada domingo se ve una larga cola de personas que acuden allí a recoger alimentos.

Según nos explica una trabajadora social de Cáritas, su organización existe “porque Servicios Sociales no llega a todos”. Durante el pasado mes de febrero, desde esta entidad se ayudó a más de 40 familias, la mayoría de ellas inscritas en Servicios Sociales. Esta voluntaria explica que muchos de los casos con los que trabajan se han acercado hasta su sede por “iniciativa propia o derivados por la Concejalía”. Tras detectar el caso se elabora un informe, recabando una serie de datos y realizando visitas para comprobarlos porque “en algunos casos la necesidad hace mentir”.

Estas entidades se están empezando a coordinar para poder llegar a todos los casos, “ya que prácticamente trabajamos con las mismas familias y el objetivo es que nadie se quede sin ayuda”.

Una de las iniciativas que se van a llevar a cabo para recoger fondos es un Mercadillo Solidario que se llevará a cabo el próximo 18 de abril, de 10.00 a 15.00 horas, frente a la iglesia de la Santísima Trinidad, en la que puede participar cualquier vecino interesado en ayudar. Este tipo de acciones proporcionan fondos “muy necesarios para nuestra labor”, si bien esta voluntaria ha señalado que cualquier ayuda es bien recibida. “También nos interesan todo tipo de productos que no sean perecederos”, indicó.